Advierten que niños obesos con COVID-19 pueden desarrollar neumonía atípica como un adulto infectado
Asimismo, especialistas del INSN San Borja señalan que menores que desarrollan el síndrome de Kawasaki podrían quedar con transtornos cardíacos.
Los contagios por coronavirus continúan es ascenso en todo los sectores poblaciones del país, aunque se ha hecho más evidente en las últimas semanas en jóvenes y niños, a quienes se les pone atención por ser potenciales transmisores del SARS-CoV2.
Si bien los estudios no son definitivos sobre la capacidad transmisora de los niños, se presume que estos pueden contagiar hasta 10 y 20 personas.
Por tal motivo, el médico intensivista Franklin Mendoza, de la UCI Pediátrica COVID-19 del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja, advierte que es preocupante ver a los menores salir a los espacios públicos sin tomar las medidas de precaución adecuadas.
“Si un niño que se contagió de COVID-19 llega a casa, abraza al abuelo, al tío diabético, a la mamá con comorbilidad, al hermano con cáncer en tratamiento, Entonces ya toda la familia se contagió y ellos ahora ellos van a infectar a otras personas”, señaló en entrevista con Cuarto Poder.
A la fecha, el INSN San Borja ha hospitalizado a 120 menores contagiados con coronavirus, de los cuales, el 30% pasó por la unidad de cuidados intensivos. Actualmente, este hospital alberga a 27 menores internados por COVID-19. 12 permanecen en UCI.
De la cantidad de infectados, 28 niños, entre los 9 meses y 8 años de edad, presentaron el síndrome inflamatorio polisistémico pedriátrico o síndrome Kawasaki incompleto. De ellos, 15 pasaron por UCI.
Los especialistas presumen que el síndrome Kawasaki atípico podría desarrollarse en los niños entre 2 o 4 semanas después de haber superado la infección por coronavirus.
Ramiro Prialé, coordinador del área de hospitalización COVID-19 del INSN San Borja, indicó que los principales síntomas del síndrome son fiebre de más de 4 días, erupción cutánea, ojos rojos, lengua aframbuesada, manos y pies hinchados, entre otros.
Este síndrome podría causar problemas cardíacos en los menores tras recuperarse, pues inflama y dilata a las arterias coronarias.
“Como un cuadro agudo, algunos corazones no podrían latir de manera normal, pero si eso queda como secuela, la posibilidad de que sufra un infarto producto de esa dilatación es bastante grande. (...) El niño tendrá que tener aspirina de por vida como en el caso de un adulto”, indica David Montoya, cardiólogo del INSN San Borja.
En su mayoría, los menores que desarrollan cuadros severos de COVID-19 son aquellos que presentan enfermedades pre existentes, tales como diabetes, obesidad y sobrepreso, epilepsia, leucemia, linfoblástica aguda, tetralogía de Fallop, atesia de arteria pulmonar, entre otras.
En el caso de los menores con obesidad, los médicos del INSN han encontrado que los pacientes varones menores de 10 años con COVID-19 pueden desarrollar cuadros de neumonía atípica como si fuera un adulto infectado.
“La obesidad puede ser un factor de riesgo para hacer cuadros de neumonía grave porque recordemos que la obesidad acumula grasa en la parte abdominal. Al haber grasa abdominal dentro de las vísceras, desplaza el tórax y hace más difícil para el pulmón ventilar o expandirse. El abdomen más arriba y el pulmón no puede ventilar adecuadamente”, explica Patricia Yaque, neumóloga pediátrica del INSN San Borja.
Por tal motivo, la recomendación de los especialistas es cuidar a los menores y no pensar que son inmunes a enfermar por el virus.