Lambayeque registra más de 1 400 muertes sospechosas de COVID-19
Gobernador Anselmo Lozano informó que, entre probables y confirmados, existe un total de 2,743 decesos. Este es el primer intento por sincerar la cifra de fallecidos.
Coronavirus en Perú. En la I Audiencia Pública Virtual de Rendición de Cuentas, el gobernador regional, Anselmo Lozano, informó sobre el número total de fallecidos confirmados por COVID-19 registrados en Lambayeque en lo que va de la pandemia (1,328).
Sin embargo, la máxima autoridad regional también anunció el número de muertes sospechosas que ha podido identificar la Gerencia Regional de Salud (Geresa), tras analizar todas las autorizaciones sanitarias otorgadas para inhumación o cremación.
Según la información recopilada por Geresa, hasta el momento existen 1 415 defunciones sospechosas de haber sido causadas por el nuevo coronavirus, con lo cual el número total de muertos se elevaría a 2 743. No obstante, de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Salud (Minsa), solo se pueden contabilizar aquellas que tienen una prueba rápida o molecular que confirme el diagnóstico de COVID-19 que en este caso son 1 328.
El gerente regional de Salud, Víctor Echeandía, explicó que para obtener el dato de casos sospechosos se ha cruzado información entre la Unidad de Seguros Públicos y Privados (que entrega el subsidio para entierro o inhumación) y la Oficina de Servicio de Salud (suscribe las autorizaciones sanitarias para entierro o cremación).
Finalmente, para este fin, solo se han contabilizado los certificados de defunción donde el médico haya registrado el fallecimiento con sintomatología asociada al nuevo coronavirus.
“Nosotros comunicamos los casos (con pruebas) positivas, así lo establece la norma nacional e internacional. Existen personas que han muerto en su domicilio, pero han tenido los síntomas y han estado con personas infectadas. En realidad, estamos analizando esto. La cifra oficial no sería la real, sino sería mucho más”, refirió Echeandía.
Fuentes de la Geresa informaron que muchos de estos casos se encuentran en investigación debido al desfase que se tuvo entre abril y mayo, por lo que todavía sería muy prematuro hablar sobre un sinceramiento de cifras. No obstante, dicha información fue remitida a la Oficina de Epidemiología para que pueda procesarla.
Como se recuerda, en esos dos meses ocurrió la mayor cantidad de fallecimientos por COVID-19. Muchas de estas personas fueron enterradas sin pasar por una prueba para confirmar su diagnóstico, debido a la falta de test o a la premura del personal de salud por inhumarlos dentro de las 24 horas que establece el protocolo.