Sociedad

No se hizo prueba de COVID-19, pero insiste en haber superado la enfermedad

La República expuso a dos especialistas el caso de un ciudadano peruano que asegura se curó del virus. En abril, presentó síntomas asociados al coronavirus sin haber sido diagnosticado. Meses después, se sometió a un examen que reveló un elevado porcentaje de anticuerpos.

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El ciudadano peruano Javier Bernal confesó a La República que presentó síntomas asociados al coronavirus SARS-CoV-2 en abril pasado, pero no se realizó una prueba de detección en esa oportunidad.

“Me he contagiado de COVID-19 pero desconozco cómo y dónde fue”, afirma Bernal, quien el pasado 16 de julio se realizó un examen de laboratorio que reveló un valor considerable de anticuerpos, con elevado porcentaje de ser una infección pasada provocada por el nuevo coronavirus.

“Cuando inició la cuarentena a mediados de marzo solo salí a la bodega dos veces para comprar cosas muy puntuales que necesitaba para 15 días. No salgo y solo me dedico a dar mis clases por la red”, dice.

Considera que su problema radica en no haber adquirido mascarillas de mejor calidad para protegerse y porque meses atrás, había mucho desconocimiento sobre el artículo que ahora es de uso indispensable. “Solo busqué unas baratas que no tienen tantas capas y no protegen como se debe”, manifiesta.

Contó que el pasado 7 de mayo empezó a sentir que se iba a resfriar, un poco de escalofríos, dolor de espalda y vio que apareció un poco de mucosidad en sus fosas nasales. No obstante, el docente previendo empeorar, se tomó un antigripal y al siguiente día sintió mejoría, pero en las jornadas posteriores su nariz estaba seca.

“Estaba un poco temeroso porque yo arrastraba una bronquitis desde el año pasado y eso me hacía un paciente de riesgo para una enfermedad como la COVID-19, por eso traté de cuidarme lo más que pude. Después de esos sintamos leves, empecé a toser más, a tener carraspera y una tos seca”, describe.

Bernal imaginó que solo estaba empeorando su cuadro de bronquitis, pero no pensó que se trataba de una supuesta infección por COVID-19.

“Llegó el 13 de mayo y seguía presentando tos seca, comencé a sentir opresión en el pecho y abdomen. A veces, sentía que me faltaba un poco el aire, pero cuando respiraba fuerte se me pasaba. Sin embargo, pasaron los días y me sentí peor”, detalla.

No fue atendido por no presentar síntomas “tan graves”

El docente universitario llamó al 113 —número que el Misterio de Salud puso a disposición de los ciudadanos— y le comentaron que de no presentar síntomas como fiebre, abundante tos y falta de aire no podían trasladarse a su domicilio.

Ante lo sucedido, Bernal contactó a un alergólogo por la red por temor a exponerse al tener que trasladarse a un centro de salud colapsado. “Él me dijo que me sentía así por el cambio de clima, me recetó unos medicamentos que hicieron que se atenuara mi malestar. Días después, empecé a tener una presión en el pecho y tenía que estar acostado porque me sentía agitado”.

Luego, decidió ir a consulta con un neumólogo que le indicó realizar una tomografía al tórax en momentos que presentó dolores fuertes y mucho malestar, que incluso lo deprimieron un poco al no dar con un diagnóstico definitivo. “Esos días estaba con los ánimos por el suelo, pero por mi trabajo tenía que seguir. Recuerdo que hablaba pausado para no agitarme y nunca dejé de tomar agua”, cuenta.

“Ese doctor al ver mi tomografía me dijo que había manchas blancas en mis pulmones y eso denotaba que era por un virus. Además, le manifesté que en días anteriores había perdido el olfato y gusto sumado a los síntomas ya mencionados”, detalló.

Recordó que el galeno le recetó un antibiótico para siete días con el propósito de fortalecerse y no caer en una neumonía debido a que era “muy probable” que estaba con COVID-19, pero por el tamaño de las manchas en los pulmones, la infección estaba en su fase final.

“Yo calculo que pasé dos o tres semanas con los síntomas, pero siempre lo traté como si fuera un resfriado”, alega.

¿Qué reveló la prueba serológica de Javier?

El pasado 16 de julio, Javier se dirigió a un centro de salud cerca a su domicilio y se realizó una prueba serológica que reveló un elevado porcentaje de anticuerpos producto de una infección pasada. En la hoja que le entregó el laboratorio se indica que el índice de Inmunoglobulina G (IgG) era superior al nivel estándar.

Resultados de la prueba de anticuerpos que se realizó el paciente Javier Bernal. Foto: Cortesía.

Resultados de la prueba de anticuerpos que se realizó el paciente Javier Bernal. Foto: Cortesía.

El ser humano genera dos tipos de anticuerpos, uno que se encuentra principalmente en la sangre y en el líquido linfático y se refiere a la Inmunoglobulina M (IgM), que es el primer anticuerpo que fabrica el cuerpo para combatir una nueva infección.

En tanto, la Inmunoglobulina G (IgG), que se evidenció en la prueba de Javier, es el tipo de anticuerpo que más abunda en el sistema. Está presente en la sangre y en otros fluidos, además, brinda protección contra las infecciones bacterianas y víricas. Ese valor puede tardar en formarse después de una infección o vacunación, reseña el portal kidshealth.

¿Qué dicen los especialistas?

El doctor Martín Valdivia, internista y pulmonólogo del Jackson North Medical Center de Florida (EE. UU.), señala que los anticuerpos no son detectables en el día cero de la infección; sin embargo, una prueba de hisopado pueda dar positivo en esos casos.

“Nuestro organismo genera anticuerpos y eso se puede evidenciar desde el día 3 (IgM) que alcanza el pico máximo en el día siete. Luego aparece el (IgG) que va subiendo de a pocos. Pasa que el primero disminuye en el día 14, mientras que el segundo sube”, detalla Valdivia.

SSSS

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Recordó que cuando inició la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, los ensayos clínicos con los que se contaban no detectaban la diferencia entre los coronavirus, pero ahora los que se realizan en la actualidad son bien específicos.

“Si se fija en los resultados de Javier, hay una parte en la que dice NCoV IgG/IgM Sensibilidad y Especificidad de 95,6% a 96% y eso quiere decir que ha detectado la presencia de anticuerpos contra COVID-19″, precisó el especialista.

Por su parte, la doctora Sanshenka Bonilla, advierte que el anticuerpo (IgG) puede marcar hasta por cuatro meses; sin embargo, es una situación que está en estudio, debido a que se han reportado pacientes que pierden los anticuerpos que generó luego de contagiarse de COVID-19.

“Aún está la duda, si al perder los anticuerpos dejas de tener protección y te contagias de la enfermedad una vez más. Eso lo están estudiando”, remarcó.

Bonilla hace énfasis en que la COVID-19 se ha propagado rápidamente debido a que hay muchos pacientes que no han enfermado gravemente o no presentan síntomas. “Vemos la cantidad de personas hospitalizadas por coronavirus y nos abruma porque nos parece demasiado, pero la realidad es que detrás de eso hay muchos más infectados”, dice a La República.

La especialista en medicina interna hace referencia a un estudio que se realizó en Estados Unidos, que considera que por cada fallecido por COVID-19 hay 14 personas que no fueron diagnosticadas o no se hicieron el test de diagnóstico. “El contagio va más allá de unas cifras oficiales, con esto quiere decir y con lo que se evidencia en la investigación citada que la tasa de letalidad puede bajar de 3% a 0,03% a nivel mundial”, argumenta.

Bernal manifestó no estar feliz por haber superado la enfermedad debido a que muchas personas han sufrido y siguen sufriendo por causa de esta. Insiste en tomar los cuidados necesarios para superar la infección. “Mi recomendación es que vayan a hacerse la prueba apenas tengan los síntomas sin ningún temor”, finalizó.