En un conmovedor acto, cientos de personas portando ropas tradicionales trabajaron de la mano para devolverle el color y vida al Templo de San Sebastián. Siniestro consumió infraestructura y obras de arte. ,Hace tres años, Cusco vivió un día oscuro luego de ver como una de sus iglesias más hermosas era consumida por el fuego. Las imágenes que daban cuenta de las terribles consecuencias del incendio quedaron grabadas en la retina de pobladores, policías y bomberos que trataron de sofocar las llamas, sin éxito. Era el 16 de setiembre del 2016. Producto del incendio, el Templo de San Sebastián perdió parte de su impresionante infraestructura e incluso altares y obras de arte valiosísimas. Con el fin de dar vuelta a la página y recuperar lo perdido, pobladores de diversas zonas trabajaron de la mano para devolverle el brillo al edificio sagrado. PUEDES VER: Profesor David Ancca representará al Inka en Inti Raymi 2019 Bajo un sol radiante, los pobladores hicieron ingreso a la plaza de San Sebastián cargando en sus hombros madera, paja y otros materiales para restaurar el tempo. Luciendo trajes multicolores, propios de sus comunidades, hombres y mujeres dieron inicio a la primera faena de recuperación del monumento histórico. Algunos de los participantes incluso prepararon danzas típicas del Cusco y entonaron canciones en quechua. Autoridades locales y eclesiásticas agradecieron el trabajo y se comprometieron a seguir colaborando. Para complementar las labores de los pobladores, autoridades de Cusco han asumido diferentes labores en beneficio del Templo de San Sebastián. El municipio de Cusco tendrá a su cargo recuperar la infraestructura, la Dirección Desconcentrada de Cultura se encargará de restaurar las obras de arte; en tanto el Arzobispado velará por la reposición del altar consumido por el fuego.