Elecciones 2026: advierten que solo 5 de los 43 partidos lograrían representación en el Congreso

La proliferación de partidos políticos para las elecciones generales del 2026, no significa que el nuevo Congreso tendrá un alto nivel de representación y diversidad de agrupaciones.

Un informe de la Asociación Civil Transparencia alerta que, lo más probable -y tomando de referencia comicios anteriores- es que de los 43 partidos políticos inscritos para esta contienda, solo 5 logren tener representación en el Congreso bicameral.

Para las elecciones generales, los partidos que aspiren a tener presencia en la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores tienen una valla electoral de 5% si participan solos o en alianzas de dos. Si se trata de una coalición de más de tres, el porcentaje se eleva a 6%. Además que, para que ingresar al Congreso, deberán tener al menos un representante en una de las cámaras.

Nuestra historia electoral demuestra que la proliferación de partidos políticos no es garantía de que haya un número importante de agrupaciones con presencia congresal. Desde que se estableció una falla, en promedio, por cada proceso, solo 7.3 organizaciones lo consiguieron.

En los comicios generales del 2006 participaron 24 agrupaciones políticas, pero solo 7 obtuvieron representación. En 2011 estuvieron 12 y de esas solo 6 ingresaron al Parlamento. En 2016 hubo 11 en carrera, pero solo 6 pasaron la valla. Y en las elecciones del 2021, en las que participaron 20, solo la mitad la superó.

El estudio señala que de no formarse alianzas electorales, el número máximo de partidos políticos que tendrán representación en el Legislativo será 5. Y lo mínimo serán 2.

Con las alianzas eso puede variar e incluso ayudar, de acuerdo a esta investigación, a incrementar la posibilidad de superar la valla electoral. El problema es que formalmente nuestros últimos procesos no se han caracterizado por la formación de coaliciones.

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En 2006 solo hubo tres alianzas: Unidad Nacional (Partido Popular Cristiano, Solidaridad Nacional y Renovación Nacional) que obtuvo 23.81% en primera vuelta, Alianza por el Futuro (Cambio 90, Nueva Mayoría y Sí Cumple) con 7.43% y Frente de Centro (Acción Popular, Coordinadora Nacional de Independientes y Somos Perú) con 5.75%.

En 2011 solo hubo dos alianzas: Alianza por el Gran Cambio (Alianza Para el Progreso, Partido Humanista, Partido Popular Cristiano y Restauración Nacional) que obtuvo 18.52% y Alianza Perú Posible (Perú Posible, Somos Perú y Acción Popular) que obtuvo 15.64%.

En 2016 solo hubo dos alianzas: Alianza Popular (Apra, Partido Popular Cristiano y Vamos Perú) que solo obtuvo 5.83% y Solidaridad Nacional – Unión por el Perú que luego terminó retirándose de las elecciones.

Mientras que en 2021 que, hasta ahora, ha sido la elección con más partidos (hubo 20) no se presentaron alianzas electorales.

En caso del actual proceso en marcha, hasta el momento no hay ninguna alianza definida. Todavía hay plazo hasta fines de año. Ha trascendido acercamientos entre Nuevo Perú y Ahora Nación, PPC y Avanza País, Juntos por el Perú y Voces del Pueblo, Podemos Perú y otros grupos de izquierda, pero nada formalizado todavía.

Frente a eso, hay otros grupos que decidieron no formar alianzas, como Acción Popular.

El abogado en temas electorales José Naupari ve un panorama complejo al respecto. “Yo sí creo que habrá pocos partidos que lleguen a tener representación del Congreso, porque dudo que alguien pueda volverse viral de aquí hasta abril del 2026”, dice, a La República, sobre los nuevos partidos políticos, algunos desconocidos para la ciudadanía. Un factor de arrastre, agregó, será que los candidatos presidenciales ahora sí podrán postular a su vez al Congreso. “Si tú colocas a uno como cabeza de lista, te aseguras un importante número de diputados en Lima”, añadió.

Elecciones internas de los partidos no garantiza la pluralidad de intereses de los ciudadanos

Esto contraste con la opinión de Jorge Jáuregui, también especialista en cuestiones electorales, quien considera que poco o nada importa si son 5 o 10 partidos políticos los que obtienen representación en el Congreso, pues ello no garantiza que sus parlamentarios (senadores o diputados) sean representativos para la ciudadanía.

“Es indistinto que sean cinco partidos o que sean siete o diez, porque en principio el problema está centrado en la elección interna partidista. El partido está desconectado de los grupos parlamentarios que llegan al poder”, indicó a este medio.

Según explicó, actualmente las elecciones primarias no son más que “un opaco mecanismo de elección interna partidista” que se aleja bastante a lo propuesto por Comisión de Alto Nivel.

“Lo que hay ahora se parece a un ritual. Aplican un mecanismo de elección indirecta a través de delegados, con lo cual las élites partidistas disponen totalmente de quienes son las personas que postulan y le van a imponer a la ciudadanía votar posiblemente por lo menos representativo de la sociedad peruana”, precisó.

Por ende, desde una perspectiva del ciudadano, al tener en cuenta que la pluralidad de partidos no garantiza que ingresen autoridades afines a la mayoría ciudadana.

Asimismo, otra de las prácticas que ocasiona que sea no sea un “riesgo para la democracia que no se formen alianzas” es el transfuguismo en el Congreso, detalla Jáuregui.

Un ejemplo claro de ello es el caso de Perú Libre, un grupo político que se autodefinía como de un marxismo leninista, pero que una vez en el Congreso se “desmembró” y actualmente mantiene una alianza férrea con Fuerza Popular, “que representan un continuum de la autocracia bastante corrupta”.

“Una vez más, en la práctica es poco relevante los partidos. De hecho, las decisiones de los grupos parlamentarios no son decisiones partidistas, salvo algunos casos donde los líderes tienen un peso gravitante enorme que funciona en una lógica vertical como Fuerza Popular, Alianza para el Progreso o Renovación Popular”, dijo.

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La poca representatividad no es el único problema de que lleguen pocos partidos al Congreso, alerta el presidente de Transparencia

Por su parte, el presidente de la Asociación Civil de Transparencia, Álvaro Henzler, también coincidió que, al eliminarse las PASO en Perú se creó un problema de representatividad.

Sin embargo, anotó que la escasa representatividad no es el único ni el principal problel problema. Si llegan pocos partidos a los escaños del próximo parlamento, estos podrían llegar ahí apelando a principios demagógicos.

“El Perú es el peor país en satisfacción con la clase política de los partidos políticos. Dada esa sensación ciudadana, hay una alta posibilidad de que se voten por candidaturas autoritarias, populistas y radicales. Entonces, no solamente hay un problema de representatividad de los pocos partidos políticos que entran al Congreso, sino que también hay una posibilidad de que esos pocos partidos reflejen valores no democráticos”, manifestó.

Además, otro dato alarmante es que, según el estudio realizado por Transparencia, históricamente cuando el partido del presidente no ha logrado la mayoría en el Congreso, los Gobiernos han terminado en golpe de Estado o en renuncias forjadas por vacancias.

Ejemplo de ello fue lo que pasó con Belaunde en el 63, con Fujimori en los 90, con García en el 2006, con PPK en el 2016 y, finalmente, con Castillo en el 2021.

“Esto hace pensar que hay una alta probabilidad que, si el nuevo presidente es minoría en el Congreso y que los otros partidos sean de oposición, se genere una probabilidad de continuar con la inercia que existe en el país en este círculo vicioso de vacancias, golpes e inestabilidad”, finalizó.