Sala penal dilata inicio de juicio por desaparición de periodista Jaime Ayala
Más de dos años. El caso está listo para que se fijen las audiencias desde agosto del 2019. Procesan a oficiales de la Marina destacados en Huanta durante 1984 como autores mediatos de violaciones a los derechos humanos contra él y otras víctimas.
Rosa Pallqui lleva más de 37 años buscando a su esposo, el corresponsal del diario La República Jaime Ayala, desaparecido luego de haber ingresado a la base de la Marina en Huanta, el 2 de agosto de 1984. No entiende por qué aún no empieza el juicio oral, si desde el 2019 estaba expedito para comenzar.
“Todo está listo para que empiece desde hace más de dos años y nada. ¿Por qué lo han paralizado? Otros casos de esa misma época hasta un segundo juicio han tenido, y el nuestro no tiene cuándo comenzar”, refiere indignada.
Recuerda que ante la constante presión de la familia se llegó a fijar la audiencia para el 8 de abril del año pasado, pero debido a la pandemia la suspendieron indefinidamente.
“¿Cuántos años más vamos a esperar sin justicia? El Estado peruano se comprometió ante la Comisión Interamericana (de Derechos Humanos) a investigar el caso. Desde hace cuatro años el Poder Judicial les asegura que ya va a iniciar el juicio, pero nada hasta ahora”, comenta.
El abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL) Juan José Quispe, que representa a la familia del periodista, explica que hubo ya hubo dos controles de acusación y hace más de dos años el caso quedó listo para el inicio del juicio oral.
Entonces, el expediente estaba en la Sala presidida por la jueza Miluska Cano, que era la única que veía temas de derechos humanos. Ahora hay dos tribunales, que dependen de la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada, que preside el juez César Sahuanay Calsín.
Quispe señala que no se sabe si el caso sigue en el tribunal liderado por Cano o pasó a la nueva Sala formada para ver los casos de derechos humanos.
“En cualquiera que esté, es necesario que se inicie el juicio. No hay justificación para seguir dilatándolo porque se han culminado varios casos de derechos humanos”, sostiene.
En el 2021 acabaron, por ejemplo, el juicio oral por el secuestro agravado del periodista Gustavo Gorriti y varios políticos ocurrido durante el autogolpe; y varios por desaparición forzada, como del ciudadano argentino Bruno Schell, en Miraflores, y de Hilario Trucios, en Junín, entre otros.
Cabe recordar que en octubre pasado la presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, visitó la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada y exhortó a los magistrados a resolver con celeridad los procesos penales que llevan.
En sus manos. El juez César Sahuanay preside el sistema especializado donde está el caso. Foto: Marco Cotrina/ La República
Muchas víctimas
La desaparición de Jaime Ayala forma parte del caso Huanta, en el que se procesa a oficiales de la Marina como autores mediatos de la desaparición forzada y ejecución extrajudicial de alrededor de un centenar de personas entre julio y agosto de 1984.
En el expediente se incluye el caso Pucayacu, donde se encontraron 50 cadáveres, muchos desnudos, con las manos atadas y los ojos vendados. Tenían huellas de tortura y orificios de bala.
Entre los inculpados están los oficiales de la Marina (ahora en retiro) Augusto Gabilondo García del Barco, quien fue jefe de la Base Contrasubversiva de Huanta, así como Alberto Rivero Valdeavellano, que era el jefe político militar de Huanta y La Mar.
Este caso fue presentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) a la Fiscalía en el 2003, como un caso emblemático, y hasta ahora no ha concluido.
Cuando Ayala desapareció, su hijo Boris tenía 4 meses, y ahora es todo un hombre que ya tiene sus propios hijos, pero la justicia sigue sin llegar.
“Nos hemos pasado toda la vida buscando justicia. Vemos que en otros casos hay condenas, pero para nosotros hasta ahora solo hay impunidad. Sin embargo, no nos cansaremos. Seguiremos alzando nuestra voz”, asegura Rosa Pallqui. “Si yo muero, quedará mi hijo, y están mis nietos”, remarca.
Condenaron a marinos por el secuestro de Benito Baldeón
Hace 20 días, en una audiencia virtual, la Sala Penal presidida por la jueza Miluska Cano condenó a tres efectivos de la Marina por la desaparición forzada de Benito Baldeón Ninahuanca, ocurrida el 2 de agosto de 1984, el mismo día que el periodista Jaime Ayala ingresó a la base de Huanta, de donde nunca más salió.
La esposa de Baldeón, Carmen Rosa López, contó que al regresar del destacamento militar, a donde fue a buscarlo, se encontró con Ayala, quien iba para allá. “Me dijo que también iba a hablar por mi esposo. Entró, pero luego me enteré de que nunca más salió”, acotó.
Uno de los condenados es Augusto Gabilondo García del Barco. Fue sentenciado a 15 años de prisión, pero se desconoce si ha sido detenido.