Cardenal que era de los favoritos para ser Sumo Pontífice sorprende con declaración: “¿Yo, papa? Habría salido corriendo por la ventana”
El cardenal Matteo Zuppi, candidato a sucesor de Francisco, sorprendió en la Feria del Libro de Turín al ironizar sobre ser Papa, evocando la película "Habemus Papam".
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La figura de Matteo Zuppi se posiciona como un puente entre tradición e innovación. Foto: EFE
En un evento marcado por la cultura, el arte y el pensamiento crítico, el cardenal Matteo Zuppi volvió a captar la atención internacional. Considerado uno de los candidatos más firmes para suceder a Francisco en un futuro cónclave, el arzobispo de Bolonia participó en un encuentro público en el Salón del Libro de Turín, donde declaró lo siguiente: “¿Yo, papa? Habría salido corriendo por la ventana como en la película de Nanni Moretti”.
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La declaración se produjo durante un conversatorio con el músico italiano Luciano Ligabue, en el Auditorio Agnelli del Lingotto. Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, reaccionó con ironía ante la hipótesis de haber sido elegido Pontífice. La frase, acompañada de gesticulaciones, aludió directamente a la película Habemus Papam (2011), del cineasta Nanni Moretti, donde un Papa en crisis huye tras su nombramiento.
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Un papable que prefiere la ventana a la tiara
Matteo Zuppi no eludió la responsabilidad simbólica que representa el cargo máximo del Vaticano, pero lo abordó desde una perspectiva humana. La cita a la comedia italiana no fue una mera broma: reflejó la complejidad psicológica que es realmente el ser Papa. “La Capilla Sixtina impone respeto”, añadió Zuppi, aludiendo al peso solemne de un cónclave.
El cardenal se posicionó en varias ocasiones como una figura de renovación y cercanía, tanto dentro como fuera de Italia. Su trayectoria pastoral ha estado ligada a procesos de mediación de paz, como en Mozambique, y a una apertura significativa hacia sectores tradicionalmente excluidos dentro de la Iglesia, como la comunidad LGBTQ+. Esta disposición a integrar y escuchar lo ha convertido en un perfil que contrasta con sectores más conservadores del Vaticano.
A pesar de su creciente visibilidad como papable, Zuppi ha sabido mantener una imagen modesta y comprometida con el servicio. Su intervención en Turín no solo mostró una veta humorística poco común en altos cargos eclesiásticos, sino también una actitud reflexiva sobre el rol de la Iglesia en tiempos de crisis.
Esperanza y desafíos en el mensaje de Zuppi
Durante la conversación con Ligabue, el cardenal italiano abordó varios temas de actualidad. Uno de los ejes fue la pérdida de esperanza en las últimas décadas, ya que en los años 60 había esperanza, hoy debemos pagar el precio por recuperarla. Esta reflexión fue acompañada por una referencia al papa León XIV, a quien citó diciendo que la Santa Sede debía ser un espacio de encuentro.
La visión de Zuppi apunta a un Vaticano capaz de acoger, sanar y construir puentes. En ese marco, se opone con firmeza al nacionalismo extremo: "La soberanía no tiene futuro, daña a la patria, los que aman a su patria tiran fronteras" , afirmó.
Una figura cercana que humaniza el poder eclesiástico
Matteo Zuppi no oculta su interés por el arte, el cine y la música como vehículos de expresión espiritual y social. Su diálogo con Ligabue, lejos de ser protocolar, mostró una comunión entre fe y cultura. El evento terminó con ambos abandonando el escenario juntos, en una imagen que simboliza la unión entre palabra, fe y comunidad.
Su participación en la Feria Internacional del Libro dejó una huella profunda en el público y en los medios italianos como Corriere della Sera y La Stampa. En ellos se resaltó su enfoque inclusivo, su crítica a la indiferencia social y su llamado constante al compromiso activo con los más vulnerables.
En tiempos en los que el Vaticano busca nuevas formas de conectarse con las realidades contemporáneas, la figura de Zuppi representa un puente entre lo tradicional y lo necesario. No es casual que, aún rechazando la idea de ser Papa con humor, su nombre siga figurando entre los favoritos para liderar la Iglesia en el futuro.
