Derrumbe en Villa Gessell: las declaraciones de la única sobreviviente de la catástrofe del hotel en Argentina
María Josefa Bonazza relató la tragedia que tuvo que vivir bajo los escombros, tras el derrumbe de un edificio de 10 pisos en Argentina que dejó múltiples muertos.
La única sobreviviente del trágico derrumbe en Villa Gesell, María Josefa Bonazza compartió su experiencia angustiante. Asegura que escuchó dos explosiones antes de quedar atrapada entre los escombros, donde luchó por mantener la calma mientras esperaba ser rescatada.
El pasado martes 29, a poco más de la media noche, un edificio de 10 pisos se habría desplomado en la provincia de Villa Gesell, en Buenos Aires, Argentina. Se sabe que el lugar funcionaba como aparthotel, las autoridades llegaron a la zona buscando a las personas atrapadas, pero a medida que las horas pasaban las esperanzas de vida eran cada vez menores.
El edificio de 10 pisos que se derrumbó en Argentina dejando 7 muertos. Foto: Nota al pie
A más de una semana del derrumbe que por ahora dejó el saldo de siete muertos, en un relato conmovedor, la mujer reveló que, a pesar de la desesperación, utilizó técnicas de yoga para controlar su respiración. Sin embargo, la mayor preocupación que la invadía era la falta de respuesta de su marido, a quien llamaba sin cesar.
¿Qué dijo la única sobreviviente de Villa Gessell?
La historia de esta sobreviviente ha conmovido a la comunidad, que se ha unido en apoyo a las víctimas del derrumbe. Su testimonio no solo refleja el horror de la situación, sino también la fortaleza y la resiliencia que mostró en un momento crítico.
María Josefa Bonazza relató que, tras escuchar las explosiones, el caos se desató a su alrededor. La estructura comenzó a colapsar y, en cuestión de segundos, se encontró atrapada. En medio de la oscuridad y el polvo, su mente se centró en mantener la calma, recordando las enseñanzas de sus clases de yoga.
“Marcaba la palabra S.O.S.”, dijo, refiriéndose a su intento de comunicarse con el exterior. A pesar de la angustia, su entrenamiento le permitió encontrar un momento de paz en medio del desastre. Sin embargo, la incertidumbre sobre el paradero de su esposo la mantenía en un estado de alerta constante.
Mientras permanecía bajo los escombros, la mujer intentó hacer ruido para atraer la atención de los rescatistas. Su voz, aunque débil, resonaba en el silencio que la rodeaba. La espera se tornó interminable, y cada segundo se sentía como una eternidad. La angustia por no saber si su marido estaba bien la consumía.
Finalmente, tras horas de espera, los equipos de rescate lograron localizarla. Su alivio fue inmenso al ser sacada de los escombros, aunque la preocupación por su pareja seguía latente. La comunidad se ha movilizado para brindar apoyo a todos los afectados por esta tragedia, recordando la importancia de la solidaridad en momentos difíciles.