Conoce el cuarto mar salino más extenso del mundo que ahora es desierto: albergaba más de 100 especies
El mar de Aral, que en su época de esplendor fue el cuarto lago más grande del planeta, actualmente conserva apenas el 10% de su tamaño original, quedando reducido a una sombra de su antigua grandeza.
El mar de Aral se consideraba el cuarto lago salino más grande del mundo. Este ecosistema, repleto de vida, sustentaba una próspera industria pesquera y mantenía a miles de personas de su hábitad. Sus aguas eran el hogar de una notable diversidad biológica, con más de 100 especies de peces que habitaban en sus profundidades.
Barcos varados en el que solía ser el mar de Aral. Foto: US East
En los últimos 50 años, el mar de Aral se ha secado casi por completo, por lo que es frecuentemente denominado como el 'peor desastre medioambiental del mundo'. Actualmente, resulta difícil cultivar casi cualquier cosa en la zona.
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¿Dónde se ubica el mar de Aral?
El mar de Aral, situado entre Kazajistán y Uzbekistán en Asia Central, ha visto reducirse su tamaño a menos del 10% de su extensión original. Este fenómeno es considerado uno de los peores desastres medioambientales de la historia reciente, que ha transformado la región que anteriormente ocupaba en un desierto.
El mar Aral, antes y hoy en día. Foto: El Debate
Hasta finales del siglo XX, las aguas del mar de Aral se extendían sobre una superficie de 68.000 kilómetros cuadrados y abarcaban varias regiones. Este vasto cuerpo de agua albergaba una abundante vida marina, incluyendo truchas, siluros, carpas y esturiones, que no solo suministraban alimento a la población local, sino que también favorecían la agricultura en la zona.
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¿Qué pasó con el mar de Aral que ahora es desierto?
El principal factor que contribuyó a la desecación del mar de Aral fue la desviación de dos ríos, el Syr Darya y el Amu Darya, que desembocaban en él. Esta medida fue implementada en la década de los 60 por las autoridades comunistas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) con el objetivo de impulsar la producción de algodón en los campos cercanos.
Para llevar a cabo esta desviación, se construyeron decenas de presas y embalses, junto con una red de canales que se extendía por más de 30.000 kilómetros. Inicialmente, se desvió un tercio del caudal de los ríos, pero esta cantidad fue aumentando progresivamente hasta alcanzar niveles trágicos para el mar de Aral, que dejó de recibir el aporte de estos ríos.
Esta desviación provocó que el agua comenzara a evaporarse y que los niveles descendieran drásticamente, lo que dejó al descubierto un suelo salino en el que era imposible cultivar.
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¿Cómo afectó la sequía al ecosistema del mar de Aral?
La desaparición del lago también alteró el clima de la región. En una zona ya afectada por la sequía, las temperaturas se volvieron aún más extremas debido a la pérdida del efecto refrigerante del agua. Desde 1968, los valores medios de temperatura han aumentado aproximadamente 2 grados centígrados.
El mar de aral, hoy es un desierto. Foto: El Confidencial
Las arenas salinizadas expuestas fueron arrastradas por el viento hacia las poblaciones, contaminando sus entornos. Esta situación llevó a que el agua potable de las localidades cercanas adquiriera un alto grado de toxicidad y afectó directamente la salud de los habitantes.
Tormentas de polvo tóxico en el Mar de Aral
La desaparición del mar de Aral ha tenido un impacto ambiental y social catastrófico. Su superficie cubierta por agua no llega al 10% de su extensión original. La salinidad del agua se ha multiplicado, acabando con la vida marina y convirtiendo las costas en un páramo de sal.
Las tormentas de polvo tóxico azotan la región, afectando la salud de la población y contaminando los campos de cultivo. El lago se ha convertido en un cementerio de barcos. La región, que una vez fue próspera, ahora enfrenta graves problemas de salud pública.