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Gustavo Petro: un año entre logros y acosado por los escándalos

Colombia. Presidente cumple un año en el cargo, pero no ha podido cumplir sus promesas electorales y ahora enfrenta imputaciones de financiación del narcotráfico en su campaña. 

Inaugura. Presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso en Bogotá el 20 de julio de 2023. Foto: AFP
Inaugura. Presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso en Bogotá el 20 de julio de 2023. Foto: AFP

El izquierdista Gustavo Petro cumple hoy su primer año en la presidencia de Colombia aferrado a la paz total mientras sus reformas de cambio se han quedado estancadas y bajo el escándalo por la supuesta financiación ilegal de su campaña.

El primer año de Petro ha sido de símbolos: desde que la primera orden presidencial fuera sacar la espada de Bolívar a dar espacio en eventos oficiales a la Guardia Indígena, pasando por gobernar durante una semana desde La Guajira, el departamento con las mayores tasas de pobreza.

Símbolos necesarios para poner en valor a la población que ha sido invisibilizada acompañados de eternos discursos –su seña de identidad– que desgranan las heridas y cicatrices del país y sus causas, pero que no han sido aterrizados en políticas concretas.

Petro prometió transformaciones profundas en un país gobernado históricamente por élites liberales y conservadoras. Pero su voluntad choca con una escasa planeación y un entorno convulsionado.

 Reservistas. Exmiembros de las Fuerzas Militares de Colombia piden salida del mandatario. Foto: AFP<br><br>

Reservistas. Exmiembros de las Fuerzas Militares de Colombia piden salida del mandatario. Foto: AFP

Emprendió reformas

“El Gobierno ha mostrado una voluntad de cambio, ha sido un Gobierno terco y obstinado en hacer aprobar unas reformas a la salud, a las pensiones, al mercado de trabajo”, asegura el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Rosario Mauricio Jaramillo. “Lo malo –señala– es que el Gobierno no ha podido concretar el mandato de la gente y lograr ese cambio”.

Las principales reformas están aún por aprobar en un Congreso donde los partidos tradicionales empezaron apoyándolo, pero ya no tiene mayorías y el escándalo de su hijo puede restarle más apoyos.

El presidente asegura que el Estado tiene una deuda histórica con los campesinos. La inequitativa distribución de la tierra está en el corazón de un conflicto armado que dura más de seis décadas.

Petro se ufana de haber titulado más de un millón de ha a cultivadores e indígenas en sus primeros siete meses de Gobierno gracias al fortalecimiento de la Agencia Nacional de Tierras, frente a las 1,4 millones de hectáreas entregadas por su antecesor Iván Duque durante todo su cuatrienio (2018-2022).

Petro lanzó un ambicioso plan bautizado como la “Paz Total”, con el que pretende apagar el conflicto armado con diálogos. En los primeros 12 meses pactó ceses al fuego con guerrilleros, paramilitares y pandillas.

Donde más logros ha conseguido Petro es en su otra gran bandera: la paz total. El presidente comenzará su segundo año con el mayor cese al fuego bilateral pactado con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y, tras algunos baches, con la intención de apretar el acelerador en la negociación para conseguir un acuerdo de paz antes de que acabe su mandato en 2026.

La oposición derechista y reservistas de las fuerzas militares le critican que entregó el país al crimen y sacrificó la seguridad.

“Han cedido demasiado a los grupos al margen de la ley”, se queja Yaneth Calvo cuyo esposo fue asesinado en una protesta de indígenas y campesinos, acusados de ser influenciados por disidentes de las FARC que no dejaron las armas en 2017, contra una petrolera en San Vicente del Caguán (sur).

Grave acusación

El aniversario coincide con las imputaciones de la Fiscalía a su primogénito, Nicolás Petro Burgos, por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

La Fiscalía aseguró el jueves que Petro Burgos confesó que parte del dinero recibido de un narcotraficante y un empresario acabó en la campaña presidencial, pero su hijo fue enfático el sábado en una entrevista con Semana: “Ni mi papá ni el gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían de los dineros que recibimos Daysuris (su exesposa) y yo de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca”.

Petro es un líder que precisamente hizo carrera denunciando a las élites políticas tradicionales y los vínculos de estas con el narcotráfico y el paramilitarismo, y aunque en el Congreso ya tiene una investigación en fase previa, no se espera que dé un paso al costado.

Está perdiendo apoyo de los congresistas

Petro ha perdido apoyo de congresistas que se niegan a votar a favor de sus propuestas de ley de gobernadores de varios de los 32 departamentos que consideran que él se salió de rumbo y más recientemente porque su hijo Nicolás, confesó ante la justicia una supuesta financiación ilegal a su campaña.
Por buscar la paz no podemos descuidar la seguridad (…), somos aliados del gobierno en la búsqueda de la paz, pero paz total; sin seguridad total, no existe”, dice el gobernador Zuluaga. El fantasma de la violencia vuelve a recorrer el país después que seis décadas de conflicto hayan dejado al menos nueve millones víctimas.

El dato

Tuitero. Enemistado con los medios de comunicación tradicionales, a quienes considera amigos de la oligarquía, Petro prefiere Twitter. Tiene un promedio de 14 publicaciones diarias. En otros días, 40, y borró otros tantos por divulgar información imprecisa.