No sabía que estaba embarazada hasta horas antes de dar a luz: no tuvo barriga ni síntomas
“Cuando me dijeron que estaba embarazada y dando a luz, estaba en completo shock”, cuenta Bri Blanton, de 18 años, quien supo que sería madre dos horas antes de dar a luz.
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Bri Blanton, de 18 años, de Carolina del Sur (Estados Unidos), se fue a dormir sin sospechar que al despertar estaría a punto de dar a luz. Los dolores eran tan fuertes que debió ser llevada al hospital por su madre. La joven tenía cinco centímetros de dilatación, se encontraba en trabajo de parto pese a no tener barriga ni náuseas u otro síntoma, incluso se había hecho una prueba de embarazo que dio negativo.
Dos horas después, la joven tuvo que hacerse la idea de que sería madre de Oakleigh. “Cuando me dijeron que estaba embarazada y dando a luz, estaba en completo shock. Seguía diciéndole a mi mamá: 'Esto no es posible'”, revela la joven.
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“No volvimos a pensar en eso”
Jennifer Blackwell, de 36 años, madre Bri, es gerente de una agencia de hogares para ancianos y contó que para su familia fue como si "ella se fuera a la cama y se despertara embarazada".
Incluso contó que estaba en bikini los ocho meses de embarazo sin ningún bulto en el estómago e incluso dio negativo a una prueba cuando vomitó después de un almuerzo. “Dio negativo, así que dije 'uf'. No volvimos a pensar en eso”, cuenta la mamá.
Es más, la joven había tenido una rutina bastante activa que consitía en montar caballo, pescar y cazar sin sospechar del estado de gestación.
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“Me la pusieron después de que nació, y mi mamá dijo que parecía un ciervo en los faros mirándola. (...) Me tomó unas buenas cuatro horas después de que ella naciera para calmarme”, contó Bri.
La joven cuenta que nadie de su entorno podría creer que había estado embarazada y ahora sería madre. "Les dije a mis amigos que había tenido un bebé y me dijeron: 'Pero no estabas embarazada la semana pasada'”.
"Para mí fue un momento de círculo completo ya que tuve a Bri cuando tenía 17 años", dijo Jennifer, quien sintió el apoyo de familiares y amigos.
Ahora, Oakleigh tiene cuatro meses de nacida y alegra a toda su familia. “Oakleigh nos tiene a todos envueltos alrededor de su dedo meñique. Sus expresiones faciales lo son todo. Ella sonríe y se ríe todo el tiempo. Es una niña muy feliz”, concluye Jennifer.
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