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La purga de Zelenski: espías y la pérdida de una región, claves en las destituciones en Ucrania

Una guerra dentro de la guerra. Están en marcha más de 650 investigaciones por “alta traición” y “colaboración” con Moscú contra empleados de la Fiscalía y de las fuerzas de seguridad ucranianas.

Zelenski despidió a jefe de Seguridad y a fiscal general tras acusarlos de colaborar con Rusia. Foto: composición LR/EFE
Zelenski despidió a jefe de Seguridad y a fiscal general tras acusarlos de colaborar con Rusia. Foto: composición LR/EFE

La infiltración de espías rusos en Ucrania y la pérdida de una región estratégica en el sur son los principales motivos del presidente Volodimir Zelenski para destituir al responsable de los servicios de seguridad y a la fiscal general, cambios que podrían reforzar su control del Estado.

En su mensaje diario a la nación el domingo, Zelenski anunció la suspensión del jefe de la agencia nacional de seguridad (SBU), Ivan Bakanov (un amigo de infancia del presidente), y de la fiscal general, Iryna Venediktova, a los que reprocha la falta de resultados en la lucha contra el espionaje y la colaboración con Moscú.

Están en marcha más de 650 investigaciones por “alta traición” y “colaboración” con Moscú contra empleados de la Fiscalía y de las fuerzas de seguridad ucranianas. Esto genera que pesen “preguntas muy serias” sobre el trabajo de estos dos dirigentes, destacó Zelenski.

A petición del presidente, el Parlamento votó (y aprobó) el martes la destitución de Bakanov y Venediktova.

“Todo el mundo esperaba” de ellos “resultados más tangibles” en la “búsqueda de colaboradores y traidores” infiltrados en esas estructuras, detalló el lunes un responsable de la administración presidencial, Andrii Smyrnov.

“Error gravísimo”

Desde hace tiempo, “el presidente y su gabinete no estaban contentos con el trabajo de Bakanov y Venediktova”, y la invasión rusa de Ucrania acrecentó la tensión, explicó a la AFP el politólogo ucraniano Volodimir Fesenko.

Al menos tres altos responsables del SBU fueron acusados de alta traición en beneficio de Moscú estos últimos meses. Uno de ellos, Oleg Kulinich, destituido en marzo y detenido el domingo, estaba destinado en la región de Jersón.

Esta zona estratégica, situada a las puertas de la península ucraniana de Crimea (que Moscú anexó en 2014), fue rápidamente ocupada por las tropas rusas al principio de la invasión, lo que le costó críticas al Gobierno por la falta de preparación de su defensa.

“Este hombre, que debía ayudar a Bakanov, colaboró con los servicios especiales rusos. Fue un error gravísimo y, en mi opinión, la gota que colmó el vaso de Zelenski”, explica Fesenko.

Zelenski también destituyó a finales de marzo al responsable del SBU en Jersón, Serguii Kryvoruchko. Y se sospecha que otro alto cargo regional entregó mapas confidenciales sobre campos de minas antipersonas a los rusos, según el jefe del consejo regional.

El presidente Zelenski anunció el lunes una “revisión de los dirigentes” en la SBU, y se despedirá a uno de los adjuntos de Bakanov y a 28 agentes “resultados poco satisfactorios”.

Por su parte, Iryna Venediktova estaba a cargo de las investigaciones sobre las atrocidades cometidas por las tropas rusas, sobre todo en la ciudad de Bucha, al noroeste de Kiev, convertido en un ejemplo de los “crímenes de guerra” en Ucrania.

El influyente medio Ukrainska Pravda afirma que Venediktova se puso en el punto de mira de la presidencia por la excesiva mediatización de sus acciones y, sobre todo, por los rápidos procesos judiciales contra soldados rusos, que dificultaron los intercambios de prisioneros, una prioridad para Zelenski.

Sustitutos manejables

Sin embargo, para muchos analistas ucranianos, estas destituciones en la cúpula del Estado son una maniobra de Zelenski para reforzar su control sobre las fuerzas de seguridad, ya que sus sustitutos son considerados como más manejables.

Zelenski sustituyó a la fiscal general y al responsable de los servicios de seguridad por sus respectivos adjuntos, Oleksi Symonenko y Vassyl Maliuk, en el cargo de forma interina.

“Está claro” que esos hombres “ejecutarán las órdenes políticas” de la presidencia, considera Tetiana Shevchuk, analista de la oenegé ucraniana Anti-Corruption Action Center (Centro de Acción contra la Corrupción), citada por la página web de Forbes Ukraine.