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Rodolfo Hernández pide perdón por comentarios sobre la Virgen y trabajadoras sexuales

“Sé que ofendí a muchas personas”, declaró el candidato presidencial de Colombia tras generar indignación por sus expresiones sobre las alianzas que tendría en segunda vuelta.

"Acepto en mi corazón y en mi conciencia que me equivoqué", dijo Rodolfo Hernández. Foto: captura/Twitter
"Acepto en mi corazón y en mi conciencia que me equivoqué", dijo Rodolfo Hernández. Foto: captura/Twitter

El candidato presidencial de Colombia Rodolfo Hernández pidió “perdón a todos los colombianos por la imprudencia” que cometió al referirse a la Virgen y a las trabajadoras sexuales en una declaración que dio durante una entrevista concedida a Radio Nacional el último 7 de abril.

En ese entonces, a Hernández le preguntaron si aceptaría alianzas de otros candidatos en caso de pasar a segunda vuelta, el exalcalde contestó: “Yo recibo a la Virgen santísima y a todas las trabajadoras sexuales que vivan en el mismo barrio con ella. A todo el mundo lo recibo, pero no les cambio el discurso”.

Tras dos meses de aquel comentario, algunos sectores incluso habían pedido excomulgar al candidato por sus palabras.

Este martes 14 de junio, el candidato pidió perdón. “Me sacaron de contexto. Los competidores todo me lo critican. Yo no quise decir eso. Lo que quise decir era que invitaba a la Virgen y a todas las personas que vivieran en el barrio o en la ciudad”.

El ingeniero también reconoció que ofendió “a muchas personas”. “No fue mi intención. Yo soy un hombre católico, no seguramente practicante con la intensidad de otras personas a quienes respeto en su culto. Acepto en mi corazón y en mi conciencia que me equivoqué. Mil perdones”, añadió.

Socorro Oliveros, esposa de Rodolfo Hernández, salió en su defensa. “Desde nuestro bautismo nos hemos dedicado a amar y respetar a Dios en cada uno de nuestros actos con el prójimo. Son las acciones las que definen a una persona”.

Asimismo, calificó los ataques hacia su esposo como una “guerra sucia contra lo más sagrado de un ser humano: Dios”. “Un hombre bueno no se define por su religión, se define por sus actos. Querer servir a su país es nuestro pecado”, agregó.