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Falso taxista abusó sexualmente de mujeres al interior de vehículo alquilado

El presunto taxista llegó a retener a sus victimas hasta 12 horas para robarles y abusar de ellas.

El 30 de mayo se desarrollará el juicio contra Pablo Moya, acusado por delitos como secuestro, abuso sexual y violación. Foto: referencial/EFE
El 30 de mayo se desarrollará el juicio contra Pablo Moya, acusado por delitos como secuestro, abuso sexual y violación. Foto: referencial/EFE

Pablo Moya Olivares, de 34 años, ha sido acusado por delitos como secuestro, abuso sexual y violación tras atacar a varias mujeres en la ciudad de Santiago de Chile entre diciembre de 2020 y febrero de 2021. El supuesto taxista alquiló un vehículo de transporte dentro del cual cometió varios abusos sexuales en apenas 60 días, según la Policía local. El sujeto no contaba con taxímetro en su vehículo y usaba un cuchillo para amenazar a sus víctimas.

Meganoticias conversó con algunas de las victimas para recoger sus testimonios. Una de ellas, a quien llamaremos Camila, contó que Moya la amenazó con el cuchillo y le quitó sus pertenencias, además de vaciar sus cuentas bancarias. Sin embargo, lo más duro vino después.

“Cuando me dijo que quería abusar de mí, me puse a llorar. Él se desesperó y casi me golpea”, contó, y añadió: “Empecé a platicarle cosas más asociadas con la fe y en tres ocasiones estuvo a punto de soltarme”.

El hombre comenzó a dudar, pero su miedo a ser denunciado hizo que presionara a su víctima a que se quede dentro del vehículo. Finalmente, Camila logró escapar cuando Moya bajó del taxi para sacar dinero de un cajero automático.

Mariana, otra de las afectadas, contó que subió al taxi con normalidad y, al notar que no contaba con taxímetro, intentó bajarse, pero era demasiado tarde: “Cuando intenté agarrar la puerta de salida, ya estaba bloqueada con el cierre de niños”.

Lo que siguió es una historia similar a la de Camila, respecto al arma empleada y el asalto. “(Me dijo) ‘esto no es un taxi, esto es un asalto’”, narró.

“Era un taxi bastante sucio. La parte de atrás estaba llena de colillas de cigarro y cenizas (…). Yo andaba con short; me tocó la pierna y después hasta los glúteos”, agregó.

Mariana llegó a pensar que podría verse obligada a matarlo con tal de poder escapar de la situación, pero pudo huir cuando Moya se quedó dormido tras consumir droga comprada luego de asaltar a su víctima.

El 30 de mayo se desarrollará el juicio contra Pablo Moya, quien actuaba, generalmente, en Estación Central, Santiago, San Miguel, Recoleta y Providencia.