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La inundación que provocó el histórico hundimiento de la Ciudad de México

Una fuerte lluvia, que duró casi 40 horas, inundó en su totalidad a la capital mexicana. Se estima que murieron unas 30.000 personas.

La historia cuenta que Ciudad de México sufrió hasta cinco grandes inundaciones a inicios del siglo XVII. Foto: AFP
La historia cuenta que Ciudad de México sufrió hasta cinco grandes inundaciones a inicios del siglo XVII. Foto: AFP

Muchos de los habitantes de Ciudad de México saben que su ubicación es especialmente susceptible de sufrir terremotos.

Las personas que residen en esa zona del país pueden observar con cierto recelo al cielo cuando llueve con fuerza, ante el temor de que se registren catastróficas inundaciones.

En mayo de 2021, el Gobierno de México conmemoró los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, antigua capital mexica y actual Ciudad de México. Sin embargo, historiadores consideran que el aniversario se celebraría en 2025.

Una de las inundaciones que más se recuerda en ese país fue la que ocurrió el 21 de setiembre de 1629, la cual es considerada como una de las mayores tragedias de todos los tiempos para la metrópoli.

La fuerte lluvia, que duró casi 40 horas, provocó la inundación total de la ciudad. El nivel del agua alcanzó un poco más de dos metros y el lugar permaneció bajo el agua durante cinco años, desde setiembre de 1629 hasta 1634. Registros destacan que, de las 20.000 familias que habían en la ciudad en ese momento, solo permanecieron 400.

BBC describe “que la fuerza de la lluvia fue tal, que la capital desapareció bajo las aguas durante nada menos que cinco años, y se llegó a plantear su traslado a otro lugar. La ciudad tuvo que emerger, literalmente, y reconstruirse casi desde cero”.

Ciudad de México

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La catástrofe que marcó a una generación entera fue conocida como el Diluvio o Inundación de San Mateo. Posteriormente, cuando cayó ante los españoles, dos siglos después, Hernán Cortés lideró la construcción sobre aquellas ruinas de una magnífica ciudad destinada a ser la capital del virreinato de Nueva España.

Asimismo, se levantaron palacios, iglesias, plazas y hospitales, pero no los sistemas de drenaje adecuados para aquel entorno.

La historia cuenta que Ciudad de México sufrió hasta cinco grandes inundaciones a inicios del siglo XVII.

Las autoridades tenían previsto como solución construir un gran desagüe que fuera drenando a los lagos de la cuenca de México. El proyecto le fue encomendado al ingeniero Enrico Martínez, que comenzó las obras del canal de Huehuetoca en 1607, pero el desastre se veía cada vez más cerca.

Cuando entre el 20 y 21 de setiembre de 1629 una gran tromba de agua azotó la capital, Martínez decidió bloquear la entrada del canal para evitar que el agua afectara las reparaciones que se le estaban realizando.

Las consecuencias para los habitantes de la ciudad fueron dramáticas. La lluvia, que cayó con furia durante 36 horas seguidas, bajó imparable desde los montes hasta la ciudad, donde el nivel del agua superó los dos metros de altura.

En esa oportunidad, el torrente arrasó con las frágiles casas de adobe de la población indígena que vivía en la periferia de Ciudad de México.

“Enrico Martínez comprendió que la deforestación, el pastoreo sin discriminación y la expansión de los cultivos habían erosionado la capa de tierra. Año con año, las fuertes lluvias arrastraban más tierra a los lagos, elevando el nivel del agua”, escribió Richard Everett Boyer en su libro La gran inundación.

Se contabilizaron miles de muertos que flotaban entre animales y muebles, llevados por la corriente que alcanzaba los pisos altos de las casas que se mantenían.

“Aquella gran ciudad quedó casi abandonada, desierta. El panorama era desolador y las escenas que se veían eran apocalípticas”, le dice a BBC Mundo Enrique Ortiz García, escritor y cronista de Ciudad de México.

Trascendió que en la ciudad se registraron más lluvias y permaneció bajo el agua durante cinco años. En 1634 se estableció una sequía que disminuyó el nivel del liquido elemento. Muchos ciudadanos prefirieron pensar que fueron sus plegarias a la virgen de Guadalupe las que salvaron la capital.

Se estima que unas 30.000 personas murieron en total, ahogadas o por las enfermedades causadas por las inundaciones durante los años posteriores.

Con información de BBC.