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EE. UU. reabre sus fronteras al mundo tras 20 meses: por qué se ve afectada Latinoamérica

El levantamiento de la prohibición de viajar afectará a más de 30 países, pero el ingreso al país no estará totalmente abierto.

Estados Unidos reabrió el lunes 8 de noviembre sus fronteras terrestres y aéreas a los visitantes extranjeros vacunados contra la COVID-19, poniendo fin a 20 meses de restricciones de viaje que separaron familias, perjudicaron el turismo y tensaron lazos diplomáticos con buena parte del mundo.

La prohibición, impuesta por el expresidente Donald Trump en marzo de 2020 y mantenida por su sucesor Joe Biden, ha sido ampliamente criticada y se convirtió en emblema de los trastornos causados por la pandemia.

En los aeropuertos de Europa, los pasajeros hacían cola con entusiasmo para subir a los aviones con destino a la costa este de Estados Unidos, mientras que en las fronteras con México y Canadá se veían antes del amanecer largas filas de coches.

Las restricciones no aplicaban para la mayoría de los países latinoamericanos, cuyos residentes viajaron en masa a Estados Unidos desde principios de año para inmunizarse apenas comenzaron a distribuirse las primeras vacunas. Ahora, de hecho, muchos podrían tener dificultades para ingresar.

No obstante, las puertas sí estuvieron cerradas, y ahora se abren, para visitantes procedentes de gran parte del mundo, en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus. El listado incluía a los 26 países europeos del Área Schengen, así como al Reino Unido, Irlanda, Brasil, China, Irán, Sudáfrica e India.

También se prohibió el ingreso por tierra o por ferry desde Canadá y México. Para hacer frente a la creciente demanda, las compañías aéreas aumentaron el número de vuelos transatlánticos y tienen previsto utilizar aviones más grandes.

Algunas restricciones quedan

El levantamiento de la prohibición de viajar afectará a más de 30 países, pero el ingreso a Estados Unidos no estará totalmente abierto. Las autoridades estadounidenses tienen previsto vigilar de cerca el estado de vacunación de los viajeros y seguirán exigiendo que presenten los resultados negativos de la prueba de la COVID-19.

La reapertura se producirá en dos fases. A partir del lunes, se exigirán pruebas de vacunación para los viajes “no esenciales” ―como las visitas familiares o el turismo―, aunque se seguirá permitiendo la entrada al país a los viajeros no vacunados para viajes “esenciales”.

Una segunda fase, que comenzará a principios de enero, exigirá que todos los visitantes estén completamente vacunados para entrar en Estados Unidos por tierra, sin importar el motivo de su viaje.

Las autoridades sanitarias estadounidenses han dicho que todas las vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) serán aceptadas para entrar por aire.

Impacto en Latinoamérica

Por eso, muchos viajeros de Latinoamérica y el Caribe podrían tener ahora dificultades para ingresar, bien porque no han tenido acceso a la vacuna o bien porque no fueron vacunados con inmunizantes aprobados por las autoridades estadounidenses.

Por ejemplo, vacunas como la rusa Sputnik V y la china CanSino aún no tienen luz verde de la FDA ni de la OMS, pero fueron aplicadas en muchos países latinoamericanos, incluidos Argentina y México. Además, con este nuevo requerimiento se acaba el “turismo de vacunas” en Estados Unidos.

AFP entrevistó a numerosos visitantes de México, Honduras, Ecuador, El Salvador o Venezuela mientras esperaban sus dosis en las playas de Miami o en la estación Grand Central de Nueva York, dada la escasez de inmunizantes en sus países.

Según un estudio de la Universidad Anáhuac de México, entre marzo y mayo de 2021, los mexicanos hicieron casi un millón de viajes a Estados Unidos para vacunarse.