“Guerra perdida”: nuevo retiro de tropas de EE. UU.
Afganistán. Casi 20 años después, EEUU deja Bagram. “Quedarse implica una forma de tutela militar”, apuntó una experta.
“No queríamos esta misión, pero la cumpliremos”, aseguró en 2001 el entonces presidente de Estados Unidos (EE. UU.), George W. Bush, cuando anunció los primeros ataques aéreos contra Afganistán.
Era la respuesta al atentado del 11-S. El objetivo: “Interrumpir el uso de Afganistán como base terrorista de operaciones y atacar la capacidad militar del régimen talibán”.
Casi 20 años después, el actual Gobierno estadounidense retiró todas sus tropas de la base aérea de Bagram, su principal instalación militar en Afganistán. Ahora la controlarán autoridades locales, porque también se marchó el destacamento de la OTAN.
“Desde el punto de vista militar, esa es una guerra perdida”, afirmó María Puerta, profesora de política internacional. “Quedarse implica una forma de tutela militar que no está dentro de los intereses de los EEUU”.
En la misma línea se expresó Natalia Encalada, docente de la Universidad Internacional del Ecuador, en conversación con este diario. “Responde a una estrategia más austera económicamente”.
“Esto va de la mano con un desgaste de la imagen del conflicto para los estadounidenses luego de tanto tiempo, y con un costo alto a nivel de efectivos militares, considerando que el principal objetivo que era erradicar el terrorismo en Afganistán no se ha logrado”, resaltó Encalada.
El ambiente en EE. UU.
Puerta, doctora en Ciencias Sociales y residente en EE. UU., indicó que “hay resistencia en algunos sectores a reconocer que es hora de salir de Afganistán”.
Empero “no se percibe una oposición fuerte, de hecho, en los medios hoy se habla del tema como un hecho que está pasando casi desapercibido”.
El propio mandatario Joe Biden se molestó el viernes en rueda de prensa por la insistencia de los periodistas acerca del retiro de su escuadrón de Afganistán; que la Casa Blanca prevé culminar para finales de agosto.
“No voy a contestar más preguntas sobre Afganistán”, afirmó Biden, quien minutos antes había declarado que las autoridades afganas “van a tener que ser capaces” de defender su capital (Kabul) de los talibanes.
Para la académica ecuatoriana, esto no es suficiente para “asegurar que la política exterior estadounidense esté tornándose menos injerencista”.
“La retirada es una muestra de una evaluación clara de la falta de cumplimiento de los objetivos, por lo cual seguramente buscarán influir en Medio Oriente desde otras estrategias, tal vez más diplomáticas”, dijo.
En Afganistán temen que sin las fuerzas de la coalición occidental se instaure el terror. “Es una decisión difícil, pero también representa una forma de sacrificio para este país”, sostuvo Puerta.
Talibanes celebran la retirada
Los talibanes “saludan y apoyan” la partida de las tropas de Estados Unidos y la OTAN de la base aérea de Bagram.
“Su completa retirada de Afganistán abrirá el camino a los afganos para decidir sobre su futuro por ellos mismos”, declaró el vocero de los talibanes, Zabihulá Mujahid, a la AFP.
Por su parte, el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa afgano, Fawad Aman, señaló que ahora Bagram será “utilizada para combatir el terrorismo”.