Prueban un test de coronavirus con forma de chupetín para los niños
El modelo de prueba surge ante el temor que tienen los niños y niñas a las pruebas nasales o en la garganta.
En jardines de infancia de Austria han probado test de detección de COVID-19 en forma de chupetín, una alternativa para los niños surge ante el temor que tiene los niños a las pruebas nasales o en la garganta.
Un grupo de pequeños probó en una guardería de Viena el nuevo procedimiento.
Esta semana se produjo la reapertura de los centros escolares y las autoridades temen que las variantes más contagiosas del coronavirus SARS-CoV-2 se expandan, especialmente entre los niños, reseñó AFP.
A pre-school boy uses a newly developed, lollipop-shaped Covid-19 test prior to the testing of pre-schoolers at the 'City of Vienna Kindergarten' in Vienna, Austria on April 28, 2021. - The new lollipop test, a more sensible alternative to other testing options, is being rolled out in some of Austria's kindergartens as an alternative for toddlers who don't take well to throat or nose swabs a spokesperson for the regional government told AFP. (Photo by JOE KLAMAR / AFP)
Fueron reservados 35.000 chupetines
La provincia austriaca de Burgenland ya reservó 35.000 de estas pruebas de detección para “controlar los contagios” y proponer “una alternativa sensible a otras opciones de test”, informó el gobierno regional.
Los padres de esta región recibieron una carta para informarles que cada niño recibiría gratuitamente tres de estos test por semana.
“Es lógico tener controles más estrictos en el ámbito de la educación”, dijo Dominik Krotschek, padre de un niño de tres años.
“No ha habido ningún problema: hoy lo volvimos a hacer y funcionó bien”, señaló.
Los dispositivos fueron inventados por Manuela Foedinger, que dirige el laboratorio del hospital Kaiser-Franz-Joseph de Viena. También ideó otro método fácil de usar con gárgaras y es muy muy utilizado en una nación de 8,9 millones de habitantes.
Foedinger lleva adelante estudios en cinco jardines de infantes con niños entre uno y seis años para determinar la fiabilidad de estos test con miras a extender su uso.
Con información de AFP.
