Enfermero no cesa su lucha contra la COVID-19 pese a que el virus acabó con sus seres queridos
El sanitario británico fue inducido al coma tras contraer la COVID-19. Cuando despertó, se enteró que su esposo y su mejor amiga fallecieron. A pesar de ello, continúa luchando en primera línea.
Cuando el enfermero David Courtney-Williams (49) fue inducido al coma después de contraer la COVID-19, en marzo pasado, no tenía idea del cambio drástico que viviría 15 días después, al momento de despertar.
En solo dos semanas, el trabajador del Hospital Singleton (Reino Unido) quedó imposibilitado motrizmente y sus cuerdas vocales estaban tan dañadas que ni siquiera podía verbalizar. Así, adolorido y débil, recibió una noticia devastadora: su esposo ―Steven Courtney-Williams, con quien llevaba 28 años de convivencia— había muerto a causa del coronavirus.
A pesar de que Steven no tenía síntomas cuando David fue llevado a la UCI del Hospital Morriston el 27 de marzo, solo seis días después, el 3 de abril, murió a los 56 años.
“Simplemente me derrumbé. Era sólo una sensación de vacío. Simplemente no podía procesarlo en absoluto. Ni siquiera podía sostener el teléfono yo mismo. Estaba tan débil", ha contado el sanitario a Wales Online este domingo 25 de octubre.
David Courtney-Williams aún lucha físicamente con los efectos secundarios del virus. “Ha sido una lucha mental. No es solo una cosa, es otra también. Es el lado físico de la recuperación, pero luego la batalla mental", comentó al portal británico.
Tras vivir los efectos de la pandemia tanto como enfermero como paciente, aseguró que aún está aceptando lo sucedido, sobre todo porque, días después, su colega en la sala de hematología y oncología del Hospital Singleton, Sharon Bamford, falleció a causa del virus.
A pesar de la adversidad, David ha vuelto a su trabajo en primera línea. “Estoy ahora en la sala en un regreso gradual, una vez a la semana. Llego a casa y estoy destrozado”, mencionó desde Reino Unido, una nación que registra más de 44.000 muertos por la COVID-19, la cifra más drástica de Europa.