Alex Ramírez arremete contra Laura Mau por críticas a Yahaira: “Hay gente que se ha estancado”
Alex Ramírez, la voz icónica de Camagüey que se lanzó como solista, habla de su primer disco, de la industria salsera y de su frustrada carrera como futbolista. “El 10 iba a ser yo, en vez del ‘Chorri’ Palacios”, indicó.
El cantante peruano Alex Ramírez busca consolidar su carrera como solista, después de haber estado más de 30 años en la orquesta Camagüey, en la que fue el estandarte de éxitos como ‘Me rindo ante ti’, ‘Ya para qué’ y ‘Vida sin sentido’. Ahora, el músico quiere seguir saboreando el éxito, pero con su propia agrupación y con su propio estilo, que intentó plasmar en ‘A mí me va bien’, su primer disco.
En una entrevista con La República, Alex Ramírez dio detalles de su primer álbum, de su salida de Camagüey, de la dura lesión que acabó con su carrera futbolística y de las constantes críticas que suele hacer la salsera Laura Mau contra otras colegas, como Daniela Darcourt, Brunella Torpoco y Yahaira Plasencia.
—¿Por qué te animaste a sacar tu primer disco después de 30 años de carrera?
—Me inicio como solista con este disco, después de haber estado en la primera orquesta del Perú, Camagüey. ‘A mí me va bien’ comprende de 12 éxitos que canté durante 30 años en Camagüey, pero con arreglos más frescos y más de ahora. Ha tenido una buena acogida este disco, estoy muy contento por los mensajes que me han hecho mis colegas y el público. Está bueno (el disco) y ya está en todas las plataforma digitales.
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—Este disco llega a tus 50 años, ¿te hubiese gustado lanzarlo antes?
—Creo que me demoré un poco. Pero estoy en la edad perfecta porque estoy más tranquilo y mi voz es más potente. Mi voz antes era más chillona, pero aprendí a cantar con el diafragma, que es muy importante. Hace tiempo tuve que ser solista, pero Camagüey me necesitaba. Soy parte de la familia y por el cariño que les tengo, no salí. Somos primos hermanos y compadres espirituales con Adolfo Menacho.
Alex Ramírez recuerda su paso por Camagüey
—¿Tu salida de Camagüey se dio en buenos términos?
—Claro. Por ejemplo, hace unos meses, cuando terminé temprano un concierto, fui a verlos a La Casa de la Salsa y canté tres canciones. Nos abrazamos con Adolfo Menacho, quien es el padrino de mi hijo. De él aprendí mucho. Y siempre nos quieren ver juntos, se puede hacer, pero prestadito, ya no podemos estar juntos. Ya hice mi carrera y no puedo ir para atrás.
—¿Los de Camagüey no te han puesto trabas por grabar los mismos temas de ellos?
—No hay problema. Aparte, siempre hemos caminado juntos, nos hemos llevado bien en todos estos 30 años de carrera que hice en la orquesta. Los temas de Camagüey son canciones de otros compositores y no son los mismos arreglos de Camagüey. Más bien, Menacho me llamó y está contento por lo que está pasando conmigo.
Alex Ramírez analiza la industria de la salsa peruana
—Como voz autorizada de la salsa, ¿cómo ves la industria en la actualidad?
—Acá (en Perú) hay mucho talento, pero hay gente que no apoya. Como dicen, el enemigo de un peruano es otro peruano. Muchas veces le damos más cabida al extranjero, pero eso está cambiando poco a poco. Me da gusto que muchas cantantes estén nominadas al Grammy, que vayan a festivales. Quisiera que le den apoyo a todos, no solo a algunos que trabajan en televisión. En mi caso, soy conocido hace muchísimo tiempo, pero quiero que me apoyen más los canales de televisión y la radio. La cosa es unirnos todos los cantantes y músicos para que la salsa peruana salga adelante.
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—¿Crees que cantantes femeninas, como Daniela Darcourt, puedan ser más conocidas en el extranjero?
—Sí, pero sería mucho mejor que tengamos nuestros propios temas. Por ejemplo, nosotros tenemos temas inéditos, pero la radio no te da cabida y siempre te dice que hagas cover. Daniela Darcourt está haciendo sus temas, por eso fue nominada al Grammy latino. Lamentablemente, todos hacen baladas en salsa, nadie hace un tema propio para poder llegar a Estados Unidos como Marc Anthony. Hay demasiado talento, pero somos muy pocos los que competimos en el extranjero.
—Laura Mau indica que Yahaira Plasencia y Daniela Darcourt no hacen salsa, ¿compartes esa opinión?
—La salsa evoluciona y hay que adaptarse a la música que viene. Hay gente que se ha estancado y reclama, quieren que la salsa siga siendo la misma de antes y no cambian. Las chicas están haciendo bien sus cosas. Ellas me seguían cuando estaba en Camagüey y cuando empecé a ser solista. Bien por ellas, porque tratan de ser algo más, de representar al Perú y eso es bueno. Cómo se va a estar hablando mal de otro peruano. Hay que quedarse calladita porque todo evoluciona y tú tienes que adaptarte al sistema que viene. Yo tengo 50 años y sigo adelante con la música, evolucionando mi canto. Hay gente que reniega porque no puede más, quiere que la sigan reconociendo. Si no pueden más, mejor es estar calladita. No se tiene que hablar de otras personas, a veces reniego por eso.
Alex Ramírez y su pasión por el fútbol
—Sabemos de tu carrera frustrada como deportista, ¿qué sientes cuando ves a la selección peruana en el campo?
—Yo fui el número 10 de la selección. El 10 iba a ser yo, en vez del 'Chorri' Palacios. En aquella época, el 'Chorri' jugaba en Sporting Cristal y yo estaba en el Deportivo Zúñiga. Era un zurdo maravilloso. Me fui a Argentina y Boca Junior no quería que regrese. Cuando vine al Perú, todos me marcaban, era muy rápido, gambeteador, goleador. Estaba en la preselección sub-16, pero, como era malcriado en el colegio, no me dejaban ir a jugar.
—¿Por qué se frustró tu carrera deportiva?
—Cuando fui a un campeonato en Brasil con Sporting Cristal, en calidad de préstamo, tuve una lesión en la rodilla. En esa época no había tanta tecnología, me pusieron toperoles de fierro y el toperol entró a mi rodilla y salió el líquido sinovial. Me operaron en el 86’ y cuando fui al examen médico a Argentina, para Boca Junior, me dijeron que ya estaba roto, que nunca más podía jugar y también porque me operaron. Eso de los meniscos se opera cuando estás a punto de terminar tu carrera futbolística. He llorado muchísimo, pero Dios me dio la bendición de tener otro talento: el canto. No tuve que estudiar nada, esos dos talentos fueron mi vida.
—¿Qué tanto te afectó la noticia?
—Demasiado. Yo solo tenía 14 o 15 años. Fue una época tan dura porque ahí nomás fallece mi mamá, estaba solo, me tuve que ir con mis tías a vivir. Tres años después muere mi papá porque no podía estar sin mi madre. Él me dejó a los 18 años y después llegó la propuesta de Camagüey. Para adelante, lo hice todo solo.