¿Por qué Europa no se ha visto afectada por la renuncia masiva de trabajadores como EE. UU.?
El fenómeno, rara vez visto en el mercado laboral estadounidense, ha dificultado a los empleadores llenar las vacantes.
Desde la pandemia, Estados Unidos empezó a registrar un abandono masivo y voluntario de puestos de trabajo. Los expertos preveían una “Gran Renuncia” global, pero en realidad no fue así.
Este fenómeno rara vez visto en el mercado laboral estadounidense ha dificultado a los empleadores llenar las vacantes.
Tener que cambiar el trabajo remoto por la oficina, el agotamiento tras el sufrimiento causado por la COVID-19 o el desgaste laboral por los bajos salarios en sectores no calificados son algunas de las razones detrás de estas renuncias, según declaraciones de Anthony Klotz, profesor asociado en la Escuela de Negocios Mays de la Texas A&M University, a la BBC Mundo.
No obstante, ese panorama al que se enfrenta EE. UU. no está afectando en igual manera a otras grandes economías. En Europa el efecto ha sido muy contenido.
Un dato clave ha sido la tasa de actividad, índice que mide el nivel de empleo de un país. Este cayó en la eurozona del 73,4% al 71,6% en un año, el de los confinamientos. Mientras, en Estados Unidos retrocedió tres puntos porcentuales en tan solo tres meses, pasando de 63,3% en febrero de 2020 a 60,2% en abril de ese mismo año.
La pregunta ahora es qué ha hecho de diferente la eurozona en comparación con Estados Unidos para que sus trabajadores hayan vuelto a sus puestos tras la pandemia.
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Factores estructurales
De acuerdo con expertos, la flexibilidad y las bajas tasas de desempleo de EE. UU. propician que un trabajador abandone su puesto esperando mejores oportunidades y condiciones laborales, porque la economía estadounidense se caracteriza típicamente por una rápida recuperación del empleo en tiempos normales.
Sin embargo, el mercado laboral europeo es en general más rígido y tiene una menor rotación.
Tras la pandemia, las cifras muestran que los europeos han decidido regresar a sus puestos de trabajo en vez de correr riesgos.
Así, mientras Europa utiliza medidas de flexibilidad dentro de la empresa cuando las cosas van mal, como reducir las horas de sus trabajadores o recortar las primas (bonus) o beneficios más allá del salario, los países anglosajones basan su flexibilidad en contratar y despedir.
El papel de los sindicatos
Para Luca Nunziata, economista y profesor en la Universidad de Padua, en Italia, los sindicatos también juegan un papel importante en el Viejo Continente.
“Los mercados laborales europeos funcionan de manera diferente al mercado laboral estadounidense. Si excluimos a Reino Unido, se caracterizan por un entorno institucional que tradicionalmente privilegia la protección del empleo por encima de la flexibilidad”, explica.
“Además, la negociación colectiva y los sindicatos pueden desempeñar un papel destacado, especialmente en algunos países”, dice en referencia a la homogeneidad de los salarios de la eurozona frente a la alta desigualdad salarial de Estados Unidos.
Pero el hecho de que en Europa no haya habido una oleada de renuncias también tiene que ver con beneficios laborales como las vacaciones pagadas, las bajas por maternidad o las ayudas al cuidado infantil, coinciden los economistas consultados por BBC Mundo.
Distintos enfoques
Christine Erhel, del Centro de Estudios del Empleo y del Trabajo de París, indica que el enfoque en cómo se abordó la pandemia a los dos lados del Atlántico también tiene mucho que ver en la rápida recuperación del mercado laboral en Europa.
Mientras Estados Unidos abordó los confinamientos aumentando el seguro por desempleo, Europa pagó a las empresas para que no despidieran a nadie, incluso aunque la plantilla estaba en casa sin trabajar.
La protección social mantuvo el vínculo entre los trabajadores y sus empresas.
También la mayor asistencia pública en la inserción laboral.
Con información de BBC Mundo.