
La mayoría de europeos tenían piel, ojos y cabellos oscuros hasta hace 3.000 años
Los primeros europeos provenientes del África, atravesaron por una evolución genética que les permitió adaptarse al nuevo continente. Los rasgos rubios y ojos azules son un cambio reciente.
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Durante gran parte de la historia, en lo que hoy es Europa, los habitantes de este continente poseían piel, cabello y ojos oscuros. Solo en los últimos tres mil años, estos rasgos comenzaron a volverse menos frecuentes, según un nuevo análisis genético. El estudio, liderado por la genetista Silvia Ghirotto, de la Universidad de Ferrara, analizó 348 muestras de ADN antiguo de diversos sitios arqueológicos en 34 países de Europa y Asia Occidental.
Los investigadores descubrieron que, aunque los genes responsables de la piel y los ojos claros aparecieron por primera vez hace unos 14.000 años, no fue sino hasta la Edad del Hierro que estos atributos comenzaron a volverse comunes en la población. La investigación, publicada en bioRxiv, brinda nueva información sobre la evolución del color de piel en Europa y por qué sufrió un cambio.
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La búsqueda del ADN antiguo europeo
Extraer información genética de restos humanos con miles de años de antigüedad fue el principal desafío de los investigadores De las 348 muestras estudiadas, muchas estaban degradadas por el paso del tiempo. Sin embargo, los científicos utilizaron métodos avanzados como el sistema HIrisPlex-S para inferir probabilísticamente el color de piel, cabello y ojos a partir de fragmentos incompletos de ADN.

Mapas de Eurasia que muestran la distribución de la pigmentación de la piel a lo largo del tiempo, desde el Paleolítico hasta la Edad del Hierro. Foto: ArVix
Entre los hallazgos más destacados figuran dos muestras clave: una de hace 45.000 años, conocida como el individuo de Ust’-Ishim (hallado en la región del río Irtysh, en Siberia Occidental), y otra de 9.000 años de antigüedad, procedente de Suecia. Estas muestras, junto con otras recolectadas a lo largo de Europa, permitieron establecer un mapa genético del cambio de pigmentación humana en el continente durante los últimos 45 milenios.
El equipo científico registró que las variantes genéticas responsables del tono de piel claro aparecieron en Escandinavia y el norte de Europa entre 14.000 y 4.000 años atrás. No obstante, incluso en épocas tan recientes como la Edad del Cobre, hace solo 5.000 años, la mayoría de los europeos seguían teniendo piel oscura.
Descendencia africana en Europa
Según Ghirotto, los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa —entre 50.000 y 60.000 años atrás— compartían una genética muy similar con sus ancestros africanos. Por ello, los primeros europeos tenían una pigmentación adaptada a climas de alta radiación solar: piel oscura, ojos marrones y cabello negro.
Este conjunto de rasgos persistió durante milenios, incluso después de que comenzaran a surgir las variantes genéticas ligadas a la pigmentación clara. La razón está en la complejidad genética que regula estos caracteres: no dependen de un solo gen, sino de cientos de combinaciones heredadas.
Un análisis reciente de 2024 refuerza esta afirmación. Un niño de un año, que vivió hace 17.000 años en Europa, tenía piel y cabello oscuros, pero ojos azules, un ejemplo claro de que las variantes claras existían, aunque eran excepcionales. Este caso subraya la diversidad genética de la época, donde las combinaciones no seguían patrones homogéneos.
Ventajas evolutivas de la piel y los ojos claros en Europa
Los científicos estiman que la piel clara aportó una ventaja adaptativa crucial en el entorno europeo, caracterizado por una menor exposición solar. La despigmentación ayudaba a sintetizar vitamina D de forma más eficiente, vital para el desarrollo óseo, muscular y del sistema inmunológico. Esto habría favorecido la expansión progresiva de estos genes en el norte del continente.
En contraste, los ojos claros —como los azules y verdes— no parecen haber ofrecido beneficios evolutivos evidentes. Según Ghirotto, su aparición podría explicarse por procesos aleatorios o incluso por selección sexual, ya que ciertos rasgos visuales pueden resultar más atractivos y, por tanto, tener más posibilidades de heredarse.
Los datos también muestran un “pico” estadístico en la frecuencia de ojos claros entre los 14.000 y los 4.000 años atrás. Esta tendencia, aunque transitoria, sugiere momentos en que ciertos rasgos se volvieron más visibles en la población, antes de estabilizarse con la mezcla genética de distintas migraciones posteriores.