Ciencia

Científicos descubren a la única sanguijuela 'acróbata': salta para succionar sangre a todo lo que se mueva

Según los científicos, las sanguijuelas terrestres de Madagascar se alimentan de todo vertebrado que se mueva. Por más de 100 años, creían que este parásito no podía saltar, solo 'pegarse' a su huésped.

Viendo el comportamiento de una sanguijuela de Madagascar, los científicos pueden asegurar que estos parásitos saltan y no solo se adhieren a su huésped. Foto: Biotropica
Viendo el comportamiento de una sanguijuela de Madagascar, los científicos pueden asegurar que estos parásitos saltan y no solo se adhieren a su huésped. Foto: Biotropica

Durante las últimas décadas, los científicos sospechaban que las sanguijuelas terrestres podían saltar hacia sus huéspedes, pero la idea sonaba tan extraña que la consideraban un mito. Ahora, desde Madagascar, un equipo de investigadores registró en video que este anélido sí tiene el talento de impulsarse como un resorte.

Gracias a su investigación doctoral, Mai Fahmy, autora del estudio, ha aprendido que las sanguijuelas terrestres de Madagascar se alimentan de todo vertebrado capaz de moverse, lo que los califica como uno de los gusanos más oportunistas del reino animal.

Científicos descubren que las sanguijuelas terrestres de Madagascar pueden saltar

Investigadores del Museo Americano de Historia Natural, la Universidad Fordham y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) han publicado un revelador estudio que ofrece pruebas contundentes de que ciertas sanguijuelas terrestres en Madagascar poseen la habilidad tomar impulso y saltar. Esta característica de los parásitos les ha plantado cara a convenciones científicas de hace más de un siglo.

Al principio, los científicos creían que el salto de las sanguijuelas terrestres eran un mito pasado de boca a boca. Sin embargo, gracias a evidencia en video obtenida en expediciones a Madagascar en los años 2017 y 2023, los investigadores capturaron imágenes de sanguijuelas del género Chtonobdella fallax en acción.

Mai Fahmy, científica de la Universidad Fordham y una de las firmantes del estudio subido a la plataforma de la revista Biotropica, describe este descubrimiento como la primera prueba convincente de que las sanguijuelas pueden lanzarse a donde quieran, mostrando un gasto visible de energía.

Fotografías de las superficies dorsal (arriba) y ventral (abajo) del individuo saltarín Chtonobella fallax del Área Protegida de Ivohiboro. Foto: Biotropica

Fotografías de las superficies dorsal (arriba) y ventral (abajo) del individuo saltarín Chtonobella fallax del Área Protegida de Ivohiboro. Foto: Biotropica

El profesor Michael Tessler de CUNY, coautor del estudio, recalca que este hallazgo desmonta argumentos anteriores que explicaban movimientos similares como simples accidentes o interacciones pasivas con el entorno. La especie, identificada como Chtonobdella fallax, común en Madagascar, exhibe un comportamiento de salto que se asemeja al movimiento de una cobra enroscada o un resorte. Esta observación despierta preguntas sobre la frecuencia y propósito de este comportamiento en la naturaleza, sugiriendo que podría ser una estrategia para buscar nuevos huéspedes.

Las sanguijuelas terrestres de Madagascar se alimentan de todo vertebrado que se mueva

Este estudio científico no solo desafía nuestra comprensión actual de las sanguijuelas terrestres, sino que también destaca la importancia de estudiar especies poco avistadas como parte integral de los ecosistemas, añade Fahmy. Además, subraya que comprender mejor cómo las sanguijuelas interactúan con sus huéspedes podría tener implicaciones claras para la conservación de la biodiversidad. Gracias a su investigación doctoral, Mai Fahmy ha aprendido que las sanguijuelas terrestres de Madagascar se alimentan de todo vertebrado capaz de moverse.

Sanguijuela terrestre lista para saltar desde una hoja. Foto: Biotropia

Sanguijuela terrestre lista para saltar desde una hoja. Foto: Biotropia

Mai Fahmy, investigadora posdoctoral, se fotografió con una sanguijuela en su rostro. Foto: Mai Fahmy

Mai Fahmy, investigadora posdoctoral, se fotografió con una sanguijuela en su rostro. Foto: Mai Fahmy

Fahmy le dijo a la agencia Sinc: “Entre las comidas de sangre de sanguijuela que he analizado, la mayoría tiende a ser de ADN de mamífero, aunque ciertamente también detectamos de ranas, serpientes, eslizones y aves”.

Las sanguijuelas parecen siempre alertas ante el movimiento de su huésped potencial. Ellas saltan hacia ellos cuando se encuentran lo más cerca posible. Sin embargo, existen otras clases de invertebrados que también operan de esa manera: las larvas sin patas de los mosquitos de las agallas (Asphondylia sp.), las larvas de la mosca mediterránea de la fruta (Ceratitis capitata) y varias orugas.

Naturalistas y biólogos se habían interesado mucho tiempo en el supuesto salto de las sanguijuelas terrestres. Ahora pueden jactarse de tener pruebas concretas del fantástico comportamiento de este tipo de gusanos en Madagascar.

Este estudio científico amplía nuestro conocimiento sobre las capacidades de los parásitos y les recuerda a los expertos que en la naturaleza no todo es lo que parece.