Marino Morikawa, científico peruano-japonés, ha destacado por sus esfuerzos en la descontaminación de cuerpos de agua en Perú mediante el uso de nanotecnología. Uno de sus proyectos más notables consiste en la intervención en el lago Titicaca, específicamente en la Bahía Interior de Puno, una zona que presentaba altos niveles de contaminación.
Morikawa, tras completar su posgrado en Ciencias Humanas y Ambientales en Japón, ha dedicado su vida a la recuperación de ecosistemas en Perú. Su primera intervención en El Cascajo, un humedal de su infancia, resultó en la recuperación del 98% de su biodiversidad. Esta experiencia lo motivó a seguir trabajando en otros proyectos.
Además de su enfoque en el lago Titicaca, Morikawa busca salvar el 70% de los hábitats naturales de Perú y enfrenta el desafío de la contaminación en diversas cuencas hidrográficas del país.
En 2015, Morikawa presentó un proyecto piloto denominado "Reto 15-Titicaca", con el objetivo de reducir la contaminación en un tramo de dos kilómetros del lago en un período de 15 días. Foto: UDEP
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Marino Morikawa nació el 29 de julio de 1977 en Huaral, Perú. Es egresado de la carrera de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Norbert Wiener. Posteriormente, gracias a una beca otorgada por el gobierno japonés, continuó sus estudios de posgrado en la Universidad de Tsukuba, Japón, donde se especializó en el tratamiento de aguas residuales para su reutilización, dentro del ámbito de las ciencias de recursos naturales e industrias.
En 2013, obtuvo un doctorado en Ciencias Agrícolas en la misma universidad, y presentó una tesis titulada: "Desarrollo y aplicación de tecnología para la restauración del ambiente hídrico del humedal 'Cascajo' en la República del Perú".
Desde su infancia, Morikawa ha sentido una profunda conexión con el agua y los ecosistemas. Su deseo es que todas las personas experimenten la pureza del agua de glaciar que él probó de niño. Con cada proyecto, se acerca un poco más a su objetivo de restaurar los hábitats naturales y garantizar que las futuras generaciones disfruten de un entorno saludable y sostenible.
El sistema nanotecnológico implementado por Morikawa se basa en el uso de sustratos de clarificación, que permiten una rápida depuración del agua. Este método ha demostrado ser efectivo en la bahía interior de Puno, donde la contaminación alcanzó niveles alarmantes. A pesar de que en 2011 su propuesta fue rechazada, en 2017 logró llevar a cabo el proyecto y obtuvo resultados sorprendentes.
La intervención en El Cascajo marcó un hito en la carrera de Morikawa. Al recuperar el humedal, no solo restauró la vegetación, sino que también atrajo a aves migratorias y revitalizó un ecosistema que había sido severamente afectado por la contaminación. Este éxito inicial le dio la confianza para abordar proyectos más ambiciosos, como el rescate del lago Titicaca.
Morikawa ha denunciado que las plantas de tratamiento de aguas residuales en Perú operan de manera ineficiente, logrando tratar solo un 10% de las aguas contaminadas. Esta situación resalta la urgencia de implementar soluciones efectivas y sostenibles para mejorar la calidad del agua en el país. Su enfoque innovador busca no solo descontaminar, sino también convertir el agua en potable para todos.
El lago Titicaca se encuentra ubicado en el Altiplano andino, en los Andes Centrales a una altitud promedio de 3,812 msnm, en una zona compartida por Perú y Bolivia. Se distingue por las grandes dimensiones que posee: una superficie aproximada de 8,490 km2 y una profundidad de 280 metros.
El cofre está hecho de andesita, una piedra volcánica loca, mide 5 por 25 por 16,5 centímetros, estaba en un arrecife a 5.5 metros de la superficie del lago y se estima que fue depositada hace más de 500 años.