Hasta las 14:00 horas de ayer, fecha en que entró en vigor la exigencia a los ciudadanos venezolanos de pasaporte y visa vigentes para ingresar al Perú, ninguna persona de esta nacionalidad había acudido al Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) de Tumbes para solicitar su entrada regular.
Esta oficina ubicada cerca de la frontera entre Perú y Ecuador es desde hace años la principal puerta de ingreso de venezolanos al país.
Como se sabe, la resolución de Migraciones 000121-2024 dispone que los venezolanos que deseen ingresar al país deberán presentar una visa otorgada por una oficina consular peruana, además de contar con pasaporte vigente.
Lo que sí se observó en la ciudad de Tumbes es grupos de indocumentados venezolanos que desarrollan diversas actividades informales.
En tanto, el jefe policial de Tumbes, general PNP Manuel Gonzales Novoa, dispuso el desplazamiento de efectivos para ejercer un mayor control en la zona de frontera, tanto a lo largo de los 18 kilómetros del Canal Internacional como los 32 kilómetros donde se ubican los centros poblados fronterizos.
Distinto es el panorama en la frontera sur, pues, en Tacna, al menos 20 venezolanos se encuentran varados a su suerte porque fueron expulsados de Chile y no pueden retornar ni tampoco pasar a territorio peruano para continuar su travesía hacia su país.
Entre ellos hay adultos mayores y niños, quienes padecen las inclemencias del desierto en el día y la noche, según pudo constatar RPP en la zona situada entre los complejos fronterizos de Chacalluta (Arica) y Santa Rosa (Tacna). Ellos piden ayuda humanitaria.