La violencia está ganando terreno en San Juan de Lurigancho, donde han sido asesinadas 91 personas en 10 meses. Ni el estado de emergencia decretado por el Gobierno ni los militares en las calles han logrado cambiar la situación de miedo e inseguridad que enfrentan los vecinos del distrito más grande y poblado del país.
Tampoco los cambios en las cúpulas policiales ni los operativos de control de identidad en micros, bares y discotecas han logrado algún cambio.
El triple asesinato cometido la noche del viernes en el parque del Periodista, ubicado en la urbanización Canto Nuevo, donde fueron acribillados dos agentes del serenazgo y un mototaxista, lo confirman.
Y ya en la víspera había sido asesinado el teniente gobernador Tommy Saravia Atuncar cuando supervisaba una obra de conexión eléctrica, en el sector de Los Constructores.
Según la Policía, los agentes del serenazgo Jairo Urbina Ulloa (29) y Yuri Lapa Torres (25) se dirigían a sus domicilios en la mototaxi 9671-TA, que era conducida Richard Ríos López, de 29 años, cuando fueron interceptados por dos desconocidos.
Los vecinos aseguran que al promediar las 10:30 p.m. escucharon disparos y que cuando salieron de sus casas los hallaron gravemente heridos.
Jairo murió en la sala de operaciones del hospital de Canto Grande. Su compañero y el mototaxista fallecieron en el trayecto al mismo nosocomio. “No hay policías, estamos abandonados”, dijo la tía de Yuri Lapa.
Los familiares de Richard Ríos también piden justicia. “Era un chico alegre y carismático. Deja cuatro niños huérfanos. Esta semana iba a dejar de trabajar con el mototaxi que alquilaba por la inseguridad”, dijo una de sus primas.
Sereno 1. Jairo Urbina Ulloa tenía 29 años. Foto: composiciónLR
Aún no se ha determinado el móvil de este triple asesinato, pero algunos agentes de investigación criminal deslizaron la posibilidad de que se trate de una venganza de bandas que operan en el distrito.
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“Existen organizaciones criminales conformadas por una nueva generación y rezagos de ‘Los Malditos de Bayóvar’ que se han injertado con delincuentes venezolanos y colombianos que luchan por mantener el control y la supremacía de estos territorios”, analiza el coronel Víctor Revoredo, jefe de la División de Homicidios.
Dicha organización criminal está involucrada en extorsión, tráfico de terrenos, sicariato, trata de personas, proxenetismo y robo. Se dice incluso que extendió sus delitos a España, donde fue asesinado uno de sus cabecillas: alias Loco Aroni.
Antes de iniciar sus disputas con organizaciones criminales extranjeras en San Juan de Lurigancho, mantuvo una guerra a muerte con la banda ‘Los Malditos de Huáscar’.
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Tras lamentar lo ocurrido, el gerente de Seguridad Ciudadana de San Juan de Lurigancho, Juan Carlos Rodríguez Guerrero, dijo que en los últimos 3 días se cometieron 6 asesinatos y durante el estado de emergencia vigente ya se han perpetrado 9 crímenes por sicariato.
Y en lo que va del año son 91 los homicidios por arma de fuego; es decir, un promedio de nueve por mes, lo que demuestra que nada ha cambiado.
Sereno 2. Yuri José Lapa Torres tenía 25 años. Foto: composiciónLR
Rodríguez señala que al inicio de la medida de excepción hubo mucha presencia policial y del Ejército, pero “poco a poco ha ido disminuyendo la cantidad de efectivos”.
Explicó que para un millón 300 mil peruanos y 200 mil extranjeros el esfuerzo que hace la policía “es insuficiente”.
Y precisa que en las 9 comisarías (una de mujeres) existen actualmente 1.700 policías que trabajan 24 x 7 y no hay mucha presencia policial en los 45 puntos críticos que ha señalado el alcalde Jesús Maldonado.
“El crimen organizado se mimetiza en la población, planifica, organiza y ejecuta; necesitamos a policías de investigación técnica que persigan el crimen”, explicó. Y reiteró que en lo que va del año se han cometido 91 asesinatos por arma de fuego en ese distrito.
Ahora bien, este número (91) podría decir mucho si lo que se pretende es exponer una realidad violenta; o nada, si las personas que perdieron un ser querido este año no ven cambios y hallan justicia.
Y en medio de este panorama, las políticas de Estado no parecen encontrar soluciones.
Para algunos analistas y expertos en seguridad, la declaratoria del estado de emergencia en San Juan de Lurigancho ha fracasado, aunque el ministro del Interior, Vicente Romero, asegura que en lo que va de la medida el índice de delitos ha disminuido en un 20%.
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“No hay duda, es un fracaso”, afirma el exdirector de la Policía Nacional Eduardo Pérez Rocha. “Para declararse un estado de emergencia, deben existir metas y logros, pero acá no se está cumpliendo eso”, agrega.
Considera que el actor principal acá es el delincuente y se pregunta: ¿cuántos hampones y bandas capturadas hay?, ¿cuántas armas se han decomisado?
“Se lanzó un estado de emergencia sin nada planificado. Esto es un fracaso, no se está cumpliendo con lo que dice el decreto supremo para disminuir la delincuencia”, sostuvo.
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Y para el exjefe de asesores del Ministerio del Interior Luis Herrera Romero, la medida de excepción también es ineficaz.
En fila. Hace un mes, el Gobierno desplegó cientos de policías y militares a SJL para enfrentar el crimen. Hoy quedan pocos. Foto: Mininter
“No ha servido para reducir los delitos en los distritos donde se ha establecido”, dijo.
Asimismo, señaló que no han significado un incremento en los indicadores de producción policial que siguen en una media de 280 operativos mensuales, pero sí ha originado la migración del delito, lo cual es un efecto negativo.
“Para combatir el delito, el Estado debe contar con una movilidad igual o superior a este, por lo que se requiere fortalecer la inteligencia y la investigación criminal de forma prioritaria, si ello no se entiende, estamos frente a una ausencia total de estrategia”, expresó.
Por su parte, el alcalde de Santa Anita, Olimpio Alegría, dice que el índice delictivo ha aumentado entre el 15% y 20% en su distrito por culpa del estado de emergencia en San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres. Por ello, demanda que la medida de excepción se extienda a toda la ciudad.
El drama de los crímenes es hondo en el distrito más poblado del Perú. Por la ferocidad, por la persistencia y porque, lejos de moderarse, parece escalar con el paso del tiempo.
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Las crónicas policiales tienen como repetido escenario a San Juan de Lurigancho, una realidad con la que conviven los vecinos de Zárate, Caja de Agua, Las Flores, La Hacienda, Campoy, Canto Grande, Bayóvar, Montenegro, José Carlos Mariátegui y Mariscal Cáceres, quienes ya no saben cómo seguir. “Parece que estamos condenados a vivir así”, dice con pesar el vecino José Pariona.
Entre tanto, la policía aún no ha logrado establecer quién o quiénes ordenaron asesinar a Tommy Saravia Atúncar (44), el teniente gobernador de San Juan de Lurigancho.
Saravia era contador de profesión y hace poco ingresó a una empresa constructora. Por eso fue a supervisar unas conexiones eléctricas subterráneas. Estaba en esa labor cuando, de pronto, se dirigió a un lado de la obra para atender una llamada telefónica. Ese momento fue aprovechado por los criminales para dispararle cinco tiros. Los investigadores no descartan que haya sido eliminado por una mafia dedicada a la extorsión.
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“Esa es una posibilidad, estamos en plena investigación. Vamos a solicitar también su reporte de llamadas para analizar la última comunicación que tuvo antes del ataque”, dijo un agente de Homicidios.Tommy Saravia Atúncar (44).
Tommy Saravia Atúncar (44). Foto: composiciónLR
Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la PNP
“No hay dudas, esta medida es un fracaso. Para dictar una medida de emergencia tiene que trazarse metas y logros y acá no se está cumpliendo lo que dice el decreto. Esto se hizo sin ninguna planificación”.
Juan Carlos Rodríguez, gerente Seg. Ciudadana
“En solo tres días hubo seis asesinatos y durante la medida ya son 9 homicidios. En lo que va del año tenemos 91 crímenes por armas de fuego. Esto es preocupante, pero pido calma a los vecinos y que confíen en la Policía y FF. AA.”.