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Sociedad

Salud: seis meses con cifras en negativo por epidemias en el país

Peligro latente. Muertes por dengue suman 261 y contagios 152.543. Vacuna bivalente tiene avance del 14% e influenza solo del 13% en adultos mayores, quienes son vulnerables ante bajas temperaturas.

larepublica.pe
Colapso. El aumento explosivo de casos de dengue fue el detonante para que los exaliados del Gobierno pidieran cambios en el sector Salud. Foto: difusión

La tardía reacción para enfrentar la epidemia del dengue, que va ocasionando 261 muertes y 152.543 contagios a nivel nacional, no es el único pasivo que deja la saliente ministra de Salud, Rosa Gutiérrez. Durante su gestión de seis meses, el proceso de vacunación tampoco avanzó como se esperaba. Y estas bajas coberturas podrían traer complicaciones en los siguientes meses, cuando deban ser atendidas por el próximo titular del Ministerio de Salud.

Wilder Díaz, directivo del Colegio Médico del Perú, sostiene que ante la explosión de casos por dengue lo único que queda por hacer actualmente es fumigar. “El Minsa y Gobiernos regionales no actuaron en el momento oportuno, que era cuando apareció el ciclón Yaku: elevó las temperaturas del ambiente, las lluvias e inundaciones. No se hizo nada”.

Por su parte, el exministro de Salud Hernando Cevallos señala que faltó tomar acciones rápidas y diseñar un plan preventivo de contención, así como de respaldo para las regiones con el mayor número de fallecimientos y casos.

Por ejemplo, en Piura, que es la región más afectada por el dengue con 85 muertes y 44.592 contagios, aún hay zonas que no han sido fumigadas.

Bajas coberturas

Otro tema que no ha tenido los resultados esperados es el de la vacunación contra el Covid-19 y del esquema regular.

Según cifras del Minsa, el avance de la inmunización con la vacuna bivalente contra el SARS-CoV-2 en mayores de 18 años es del 14,94% pese a que las dosis llegaron en noviembre del año pasado.

Sin difusión. Vacunatorios lucen vacíos en todo el país. Foto: difusión

La exjefa de Inmunizaciones del Minsa, Gabriela Jiménez indica que, si bien existe una disminución en la incidencia del coronavirus, “nada está dicho sobre esta emergencia”. “Tener el 14% de cobertura de vacuna bivalente dice muchísimo de la mala gestión”, considera.

La saliente ministra Gutiérrez ha resaltado en más de una ocasión que ingresó al Minsa en plena quinta ola. Al respecto, Jiménez estima que de haber sido así se debió plantear un reto para mejorar la vacunación en los primeros tres meses de gestión y luego ampliarlo a cinco meses, pero ello no se hizo.

A esto se suman las bajas coberturas del esquema regular. Hasta fines de mayo se tendría que haber alcanzado al menos el 40% de personas inmunizadas con cada tipo de vacuna, pues la meta es del 8,3% mensual, pero ninguna supera el 33,5%; incluso la vacuna contra la influenza para adultos mayores solo tiene un 13,6% del objetivo cubierto.

Gabriela Jiménez explica que durante su gestión cada Dirección Regional de Salud tenía una meta que debía presentar por semana para mostrar su avance, pero esto se habría debilitado. También refiere que la declaratoria de emergencia sanitaria en 12 regiones por el riesgo elevado de brote de polio y sarampión en mayo último fue tardía. “Debió sacarlo los primeros meses del año, cuando dice que planteó el reto de trabajo en salud pública”.

La preocupación es que ante las bajas coberturas pueden reaparecer enfermedades. Y que también, con la llegada del invierno, grupos vulnerables, sobre todo niños y adultos mayores, sean más afectados por virus de la temporada. Actualmente, en Arequipa y Puno se reportan alzas de casos de infecciones respiratorias agudas.

Díaz, del CMP, asegura que es vital actuar en este momento para mitigar la curva. Para ello, dice que debe haber un trabajo multisectorial entre el Minsa y demás ministerios, como el de Educación. Asimismo, señala que el siguiente titular de Salud debe planificar, junto con los Gobiernos regionales, qué se hará ante la llegada del fenómeno El Niño. Cevallos, por su parte, sostiene que se debe fortalecer el primer nivel de atención para abordar cualquier tipo de enfermedad cuyos casos podrían aumentar por el FEN.