Dos mujeres de Tacna llevaron desayuno para compartir con las personas extranjeras que permanecen en la frontera de Perú y Chile. Ellas acudieron al lugar con dos baldes de chocolatada y varias bolsas de panes. Se instalaron en una pequeña mesa y repartieron el alimento a los migrantes.
“Felices de compartir con nuestros hermanos, quienes nos necesitan mucho y apoyamos de esa manera. Creo que todos deberíamos apoyar con un granito de arena”, dijo una de las ciudadanas. Ellas invocaron a las autoridades de los países involucrados en el asunto a dar pronta solución a la situación que afrontan las personas que viven desde hace varios días en la línea fronteriza, donde hay madres y niños.