En muchas partes de Lima, las ollas comunes han perdido sus equipamientos o han tenido que cerrar sus locales por el deterioro sufrido a causa de los fenómenos climatológicos que mantienen en alerta a toda la población. Y es que muchas de las mujeres de estas organizaciones sociales, que brindan atención alimentaria a más de 100.000 personas, han visto interrumpidas sus actividades y, a pesar de ello, ejecutan acciones de solidaridad con los damnificados de las inundaciones y huaicos.
En declaraciones a La República, la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, Fortunata Palomino, indicó que los distritos más golpeados por los impactos de la emergencia climática en nuestra capital son Chosica, Cieneguilla, San Juan de Lurigancho, Comas, Ancón, Ate, entre otros, donde los huaicos han dejado algunos locales en ruinas, con filtraciones de agua en los techos y destruyeron sus implementos para cocinar.
“No tenemos una cifra exacta sobre la cantidad de ollas comunes afectadas, pero nos han reportado graves daños en distritos como Cieneguilla, Chosica, Lurigancho-Chosica, San Juan de Lurigancho, Ate y otros. En algunos locales, lo han perdido todo, se han mojado sus cosas o los techos de calamina se han caído”, refirió la dirigente y vecina de Carabayllo.
Por otro lado, Chosica y Chaclacayo son dos de los distritos más afectados en Lima Metropolitana, ya que se activaron más de 20 quebradas en la semana y los reportes noticiosos mostraban a vecinos limpiando sus viviendas inundadas por estos desastres. Esta situación la observó de cerca Lourdes Cabezas de la Red de Ollas Comunes de Chosica, quien se muestra preocupada por la inacción de las autoridades.
“Hay 16 ollas comunes afectadas en Chosica, de las cuales 11 están en situación de destrozo total. El resto tienen filtraciones de agua en los techos e inundaciones. Yo diría que los locales más dañados están en Vallecito y Cerro Camote, en Lurigancho. Frente a ello, pediría a las autoridades un apoyo urgente para instalar módulos, comprar alimentos y equipamientos”, sostuvo.
La misma preocupación de Lourdes la comparte Roxana Sánchez, quien vive en Cieneguilla y vio cómo un huaico arrasó con las pertenencias que había en su casa ubicada en la zona conocida como Río Seco. “No tengo nada en mi casa, se llevó todo el huaico. Aparte de mi caso, en los jardines de Cieneguilla y toda la margen izquierda se han visto afectados por los desastres. Ahorita, solo estamos funcionando con una olla común en la calle 24, que abre todos los días”, explicó en conversación con La República.
Así luce el local de la olla común "Mirador de El Valle de Portillo" en Lurigancho, Chosica.
Las preocupaciones generales de las tres integrantes de ollas comunes en Lima giran en torno a la necesidad de contar con tanques de agua, alimentos, plásticos y bolsas de arena para evitar filtraciones, teniendo en cuenta que muchos de los lugares donde funcionan estas organizaciones comunitarias están en zonas de riesgo. Además, reclaman que se destine el 10% del presupuesto municipal a las ollas comunes, pero hasta el momento no hay una respuesta oportuna del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga.
“Hemos tenido una reunión con la gerente de Desarrollo Social de la Municipalidad de Lima y le hemos planteado nuestros requerimientos para que garantice la distribución de tanques de agua, puntos de acopio y el 10% que debe asignarse para fortalecer la labor de las ollas comunes”, explicó Fortunata Palomino.
A estos pedidos de las ollas comunes de Lima, se suman diversas organizaciones de sociedad civil, quienes mediante un pronunciamiento público exigieron que el Ministerio de Economía y Finanzas asigne un presupuesto para que el Estado intervenga en los sectores ocupados con población en laderas o zona de riesgo, así como demandaron al sector privado que coordine con diversos niveles de gobierno, las mejores formas de ayuda humanitaria frente a estas emergencias.
“Nos solidarizamos con miles de familias empobrecidas y marginadas, que viven del día a día y, que, en muchos casos, se alimentan en las ollas comunes. Es necesario fortalecer la presencia del Estado en sus diferentes niveles de gobierno para que asuman sus competencias y el Ministerio de Economía y Finanzas asigne presupuesto para que el Estado intervenga en estos sectores”, señalaron.
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A pesar de los impactos de los huaicos y lluvias en los lugares donde cocinan en beneficio de diversas familias de Lima, las ollas comunes continúan con sus labores de solidaridad en la preparación de desayunos y almuerzos para los damnificados.
“En Pachacámac hay 87 ollas comunes, pero la mayoría está en Huertos de Manchay. En este momento, estamos apoyando con alimentación a las zonas de Manchay Alto y, además, se ha instalado un punto de refugio, donde hay un promedio de 50 familias que están damnificadas”, relata Erico Tuero, quien coordina la Red de Ollas Comunes de Pachacámac.
Finalmente, Fortunata Palomino explica que en el caso de Carabayllo están apoyando las zonas de Torreblanca y Punchauca, donde aportan con donaciones y alimentación en beneficio de las familias afectadas por las inundaciones. “Sin embargo, varios requieren hasta ahora agua, alimentación y un lugar donde dormir”, sentenció.
En Pachacámac, las ollas comunes se suman a la campaña de solidaridad con la población afectada por los desastres. Foto: Cortesía.