A tres años de que el primer caso de la COVID-19 se detectara en el Perú, en el hospital referente de Arequipa que es el Honorio Delgado Espinoza; apenas hay un paciente contagiado que está hospitalizado.
No llegó a este punto por el virus, sino porque padecía de otro mal y en su proceso se le tomó una prueba y arrojó positivo.
Mientras tanto, en la parte delantera del hospital, ya se comenzaron a desmontar las infraestructuras de los módulos temporales de atención que el Programa Nacional de Infraestructura en Salud (Pronis) armó en la época más dura de la pandemia para atender a las decenas de pacientes que llegaban contagiados. Muy poco queda de aquella imagen dolorosa: pacientes en sillas de ruedas conectados a balones de oxígeno esperando para que les den una cama y luchar por su vida.
Olenka Zavala Espinoza es directora médica del nosocomio y durante la época más crítica de la pandemia, fue la jefa del servicio de Medicina Interna. Vivió de cerca la tragedia. Señala que desde el año pasado, con la considerable disminución de casos, el nosocomio está volviendo a como era antes de la pandemia y se están restableciendo los consultorios.
"Son muchos pacientes que hemos dejado de atender y que han empeorado su condición, otros han muerto sin atención de sus enfermedades que no eran COVID-19", reflexionó.
Está pendiente la reinstalación de los consultorios de Pediatría, que por ahora siguen funcionando en los ambientes de la excuna y no son adecuados. El área original fue ocupada en la pandemia para un área crítica de hospitalización.
El módulo que ahora se está desmontado, en enero ya no tenía ningún paciente. Pero tras la pandemia, el hospital ha quedado chico para la cantidad de pacientes que llegan al nosocomio, dice Zavala.
Antes de la llegada de la COVID-19, el hospital solo tenía 5 camas de unidad de cuidados intensivos (UCI), ahora tienen 22 y todas están ocupadas por pacientes que tienen diferentes enfermedades, ya no por coronavirus.
"Este crecimiento ha sido a expensas de quitarle ambientes a otras especialidades como Oftalmología, Geriatría, entre otros", dijo la médica. Por eso, ahora el reto está en reubicar adecuadamente estos consultorios.
Los efectos que dejó la COVID en las personas que la padecieron todavía están persistiendo en algunos. Zavala revela que normalmente el Honorio Delgado ha recibido pacientes críticos con varios males; pero ahora muchas de las enfermedades crónicas han empeorado porque no fueron controladas.
Otro aspecto es que también hay falta de médicos especialistas como cirujanos pediátricos, neonatólogos, así como de UCI Pediátrica.
Eugenia Díaz, una paciente de diabetes, contó a La República, que durante un año no pudo controlar su enfermedad y ahora, su condición ha empeorado. "Por el bien de todos, espero que una situación como la que vivimos no se repita. Fueron tiempos dolorosos", señaló.
Javier Gutiérrez, exdecano del Colegio Médico de Arequipa, sostiene que la pandemia dejó cosas positivas y negativas. En las cosas a resaltar esta que el Ministerio de Salud hizo el esfuerzo de mejorar la infraestructura en las áreas UCI. "Son de material noble, con equipamiento moderno que durará años. En el caso de EsSalud, no sabemos si durará porque es material prefabricado".
El galeno también destaca que se adquirió plantas de oxígeno. "Si tenemos otra pandemia de características similares, se tendrá con que hacerle frente. Pero hay que hacer el mantenimiento de los equipos". También destacó la alta especialización que ha logrado el personal técnico y médico.
Entre las cosas negativas, que dejan la pandemia, es el despido que se hizo de una gran parte de profesionales que trabajaron en la pandemia y lograron una alta especialización.
También cuestionó que pese a las lecciones de la pandemia, no se haya podido dar solución a las colas inmensas para la atención de los pacientes.
De acuerdo a la Oficina de Inmunizaciones de la Gerencia Regional de Salud, en Arequipa se aplicaron hasta el momento 3 millones 768 mil 993 de dosis.
Giovanna Valdivia Manrique, coordinadora Regional de Inmunizaciones, señaló que los mayores de 18 años son los que mayormente recibieron la primera y segunda dosis, esto debido a que las coberturas de vacunación superan el 90%. En cuanto a la tercera dosis, más del 76% de adultos mayores de 60 años han recibido la dosis de refuerzo.
Asimismo, han llegado a la región y se están distribuyendo 94.140 dosis de la vacuna Bivalente a las 8 provincias de la región.