De acuerdo con la norma vigente, son las municipalidades las que deben fiscalizar la construcción de edificaciones y de esa manera evitar que se caiga en la informalidad, recordó Vladimir Cuisano, especialista en análisis territorial del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred).
El especialista sostuvo en RPP que ‘‘los sismos no matan a las personas’’, pues si las viviendas siguieran la normativa al ser construidas, entonces, luego de un movimiento sísmico, no sufrirían muchos daños. Cuisano manifestó que en Chile, un país sísmico, se ha observado que la mayoría de edificaciones no colapsan porque han cumplido con el reglamento. Esta situación difiere con la que hay en Perú, añadió.
‘‘A veces puede haber un sismo que no sea muy grande, pero como nuestras viviendas son muy débiles, no están construidas con la norma respectiva, entonces (…) se pueden caer y traer algún tipo de impacto negativo para las personas que las habitan, principalmente’’, dijo.
PUEDES VER: Chaclacayo: policía murió acuchillado tras acudir a llamado de emergencia por violencia familiar
En el caso de Lima y Callao, detalló Cuisano, las zonas que tienen un alto riesgo frente a un sismo son San Martín de Porres, Comas, Los Olivos, Puente Piedra, Carabayllo, San Juan de Lurigancho, Ate, El Agustino, Lima Cercado, La Victoria, Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Chorrillos, así como los distritos del Callao y Ventanilla.
Ahora bien, sobre el caso de San Juan de Lurigancho, el alcalde Jesús Maldonado contó que en los últimos 20 años no se hicieron inspecciones municipales, por lo que el riesgo es permanente. Añadió que el peligro no es solo para las personas que viven en las zonas altas, sino también en las bajas que han levantado pisos en su vivienda sin inspección técnica.
En tanto, Andrés Ciudad, subgerente de Gestión de Riesgos de Desastres de la Municipalidad de San Martín de Porres, explicó que reforzarán la fiscalización de las edificaciones por medio de una ordenanza ‘‘de daño a terceros’’. Asimismo, ya han aprobado un plan de contingencia que les permitirá reaccionar de manera preventiva y a su vez buscan trabajar en la educación comunitaria.
El Cismid manifestó que en Lima se tiene un silencio sísmico de 270 años, que en algún momento tendrá que ser liberado.