La extorsión es un hecho punible. Los delincuentes ejercen temor mediante las amenazas con mensajes telefónicos, sobres extraños, bombas caseras y hasta balas. Por ello, este delito debe enfrentarse con una dedicación especial del Estado, sostiene un oficial de la Dirección de Investigación Criminal.
Lo insólito del caso es que muchos de los responsables de liderar esta actividad criminal continúan siendo personas que ya están privadas de la libertad en una cárcel.
Hasta octubre del año pasado, de los 90.293 presos que había en el país, 1.039 estaban por delito de extorsión. De ellos, 363 se encuentran procesados y 676 sentenciados. Dentro de las cárceles también han sido identificadas redes que se dedican a “arrendar” los celulares a cambio de un porcentaje por cada extorsión que se concrete.
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“Desde un solo celular se pueden hacer 250 llamadas extorsivas al día. Y cambian de tarjeta SIM para que los números no puedan ser identificados con facilidad”, asegura un agente de la División de Alta Tecnología.
Mensajes. Delincuentes dejan indicaciones y hasta el número de celular para contactarse. Foto: composición LR
“Por acá te habla Carlos Luis Zambrano, jefe y líder de la organización ‘El Tren de Aragua’ de Venezuela, conocida aquí en Perú como ‘Los Gallegos’. Hay dos personas, exactamente una mujer y un hombre, que nos están financiando y nos están contratando para que hagamos un sicariato en contra tuya y en contra de tu familia”.
No asumía aún el cargo, y el flamante alcalde de Comas, Ulises Villegas Rojas, ya era intimidado, como miles de peruanos, por delincuentes que los extorsionan sin importarles el esfuerzo que hacen para volver prósperos sus negocios.
Esta semana, a 557 kilómetros al norte de Lima, en Trujillo, un artefacto explosivo estalló en el centro comercial Boulevard. La Policía informó que el dueño del establecimiento suspendió el pago de cupos a los extorsionadores, lo que habría originado este hecho como una forma de amedrentamiento.
En esa misma ciudad, los organizadores de conciertos también son exigidos, bajo amenazas de muerte, a pagar 5.000 soles a cambio de que se dé seguridad al espectáculo.
Cuando no cumplen con los desembolsos exigidos, los extorsionadores actúan. El jefe de la Divincri Trujillo, Javier Méndez, explicó que los miembros de estas bandas captan la información por Facebook, Instagram u otras redes. “A veces ponen información relacionada con nuestro medio social, pero también personas que tienen negocios y profesiones la publican como publicidad”, aseveró.
Grupos como Armonía 10, Agua Marina, Corazón Serrano, Los Caribeños y otros han sufrido los ataques de los extorsionadores durante sus conciertos.
Este delito ha registrado un alza en nuestro país. Solo en la División de Secuestros y Extorsiones hubo 1.598 denuncias en Lima y 2.978 a nivel nacional durante el 2022. Sin embargo, entre enero y setiembre de ese mismo año se registraron 7.209 denuncias por extorsión en otras dependencias del país. Esta cifra es un 62% más de lo reportado durante el mismo periodo del 2021.
Una de ellas fue la de Vilma, a quien quemaron sus dos motos en el asentamiento humano Juan Sotomayor, en Mi Perú, por negarse a pagar 150 soles semanales que le exigían por el terreno que viene ocupando desde hace siete años.
Venganza. Vilma se negó a pagar cupos en Mi Perú y le incendiaron sus dos motocicletas. Foto: difusión
Los extorsionadores han encontrado diversos métodos para amedrentar a sus víctimas.
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Unos ofrecen brindar seguridad a conductores del servicio público y los identifican a través de un sticker. También ofrecen préstamos rápidos a pequeños comerciantes a cambio del pago de una cuota diaria y con altos intereses. Cuando no cumplen con el pago, los amenazan.
También roban autos para después comunicarse con sus víctimas y extorsionarlas. Pero las llamadas desde los penales continúan, sin freno.
Estas mafias exigen cupos también a mujeres explotadas sexualmente. Por cada diez chicas, seis estarían pagando extorsiones.