A casi cinco años de la muerte de Angélica Mendoza de Ascarza, quien lideró la búsqueda de los desaparecidos en Ayacucho, se corre el riesgo de que sus restos sean retirados de su tumba por falta de pago.
Precisamente, en agosto se debe renovar el nicho del cementerio de Huamanga donde está enterrada, para lo cual se requiere depositar cerca de dos mil soles a la Sociedad de Beneficencia de Ayacucho.
Mamá Angélica falleció el 28 de agosto del 2017, días después que la Sala Penal Nacional condenara a miembros del Estado Mayor del cuartel militar Los Cabitos por la tortura, desaparición forzada y ejecución de decenas de personas en 1983, entre ellos su hijo Arquímedes.
Murió a los 88 años, de los cuales 34 pasó buscando a su hijo, y se convirtió en una figura emblemática en la defensa de los derechos humanos por haber organizado a otros familiares de las víctimas de violencia política de 1980 y 2000.
Su hija Maribel señala que han recibido una comunicación advirtiéndoles que si no cancelan el pago por la ampliación del uso del nicho, los restos de su madre serían retirados.
La familia envió una comunicación al CMAN para que a través suyo se solicite la exoneración del pago a la beneficencia, pedido que fue denegado.
“La respuesta fue que no podían exonerar el pago, y que solamente podían ampliar el plazo del pago hasta mayo del 2023 más los gastos administrativos”, relató.
Agregó que la respuesta fue tan definitiva que en el mismo documento se señala que, de no hacerlo, procederán a exhumar los restos de Mamá Angélica y de dos víctimas del conflicto armado interno enterradas desde 1986.
Los familiares temen que en cualquier momento sus restos sean retirados y se pierdan como ha ocurrido en otros casos. “Estamos muy preocupados de que puedan sacar los restos de mi madre. Hemos solicitado poder pagarlo en partes, pero también se han negado”, comentó.
Maribel sostuvo que este no es el único caso, y solicitó que se dicte una norma para evitar que las víctimas o sus familiares puedan ser sacados de los nichos donde han sido enterrados por falta de pago. Esto porque, según un informe de la misma Beneficencia de Ayacucho, en la actualidad no se contempla el derecho de cesión en uso perpetuo.
“Somos conscientes de que en la gran mayoría no vamos a encontrar los restos de nuestros seres queridos porque los desaparecieron. Los tiraron en botaderos de basura, devorados por perros, no hubo levantamiento de cadáveres, otros fueron quemados. Ya que ellos no serán enterrados, debería hacerse un pabellón para las madres y esposas que han caminado durante años buscándolos”, planteó.
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Mamá Angélica está sepultada en el pabellón San Isidro del Cementerio de Ayacucho, de donde podría ser retirada, de no tomarse alguna medida para evitarlo.
El fallo de la Sala Penal Nacional que en 2017 condenó a miembros del Estado Mayor del cuartel Los Cabitos incluía el pago de reparaciones para las víctimas y sus familiares por montos que oscilan entre 150.000 y 250.000 soles. Declaró al Estado como tercero civilmente responsable en este extremo, pero aún no ha pagado.