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Sociedad

En el Vraem no solo se produce cocaína, ahora narcos siembran cannabis y amapola

Fuerzas especiales de la División de Maniobra Contra el Tráfico Ilícito de Drogas - Vraem hallaron 13 parcelas con más de 120.000 plantones de marihuana en La Mar, Ayacucho.

Además de cocaína, los narcotraficantes también siembran variedades de canabis sativa en el Vraem. Foto: 
Óscar Chumpitaz / La República
Además de cocaína, los narcotraficantes también siembran variedades de canabis sativa en el Vraem. Foto: Óscar Chumpitaz / La República

Son 12 horas los que separan la hacienda Calderas, a orillas del río Toro Mocho, con la provincia de La Mar, Ayacucho, si se cruza a pie. La geografía es generosa, como Cajamarca. Hay curvas, colinas y una vegetación muy densa. Es fácil perderse en el paisaje, que de día es todo verde y de noche, negro. Esa zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) es la preferida por las bandas de narcotraficantes que ahora también producen marihuana en esa región.

En el Vraem no solo se elabora cocaína, también se está sembrando una variedad de cannabis sativa y tenemos información confidencial de que, además, habría cultivos de amapola”, admitió un oficial de la policía.

El opio se extrae de las cápsulas de esta adormidera que contiene dicha droga narcótica y analgésica, que se conoce como morfina y otros alcaloides.

El último jueves 30 de junio, personal de la División de Maniobras Contra el Tráfico Ilícito de Drogas - Vraem halló a orillas del río Toro Mocho, en el distrito de Anco, 13 parcelas con 120.714 plantones de marihuana en proceso de afloración.

“El Vraem produce clorhidrato de cocaína y ahora ingentes cantidades de cannabis sativa para el tráfico y consumo interno. Esta es otra amenaza de que está en auge en la provincia de La Mar. Nosotros estamos trazando otras líneas y estrategias en la lucha antinarcóticos en esa zona del país”, dijo a La República uno de los agentes.

En efecto, la lucha contra el narcotráfico en el Vraem, donde el silencio de la selva se corta en seco con el ruido de los tiroteos, es a diario, pero también es escenario de enfrentamientos armados de policías y narcoterroristas.

La selva ayacuchana brinda condiciones inmejorables para operar en la clandestinidad. “Nunca se sabe con qué te van a disparar, cada vez vienen con armas más pesadas”, reconoció un agente.

No obstante, la complejidad de la región y el aumento del tráfico de drogas hizo que el Gobierno enviará fuerzas con mayor capacidad para vigilar la zona a cargo del Comando Especial Vraem.

Esto debido a que dicha complejidad geográfica es aprovechada por los narcos para instalar laboratorios móviles y sembrar marihuana, y ahora amapola.

“La PNP en el Vraem combate día y noche el narcotráfico. Estamos trabajando fuerte para pacificar esta zona del país. Seguiremos luchando frontalmente contra el terrorismo y el tráfico ilícito de drogas”, señaló el coronel Pedro Washington Solórzano Niño de Guzmán, jefe de la División de Maniobra contra el Tráfico Ilícito de Drogas - Vraem.

“El compromiso policial es velar por la seguridad del país”, subrayó finalmente.