Es definitivamente el peor desastre ecológico en las costas peruanas, un crimen ecológico por todos los impactos y un atentado contra la humanidad por haber afectado no solo la biodiversidad del Perú sino la de todo el mundo. Así, con estas afirmaciones, empiezan las conclusiones finales del duro, terrible, doloroso y verdaderamente desolador informe de 381 páginas, presentado por la Comisión Investigadora del Congreso del derrame de petróleo producido el 15 de enero del 2022, en el Terminal Portuario Multiboyas N° 2, en Ventanilla.
También como un explosivo documento, lo califica Epicentro TV, quien informó sobre las conclusiones y recomendaciones del informe. Son varias las irregularidades como tuberías que datan de 1975 sin mantenimiento, la carga a presión excesiva, la falta de embarcación para atender emergencias, las diferencias de crudo reportado y lo que se cargaba, etc. Y se señalan las responsabilidades, principalmente de la empresa Repsol, del capitán del buque tanque, de las instituciones del Estado responsables de la operación de los hidrocarburos.
“La principal responsabilidad del indicado derrame recae en la empresa Refinería la Pampilla S.A.A. (RELAPASAA), haciéndose extensiva al Grupo Económico Repsol, a la que pertenece a través de Repsol Perú B.V., en su condición de accionista mayoritario”.
Entre las graves irregularidades detectadas se indica que la descarga se operó por encima del nivel de seguridad de la presión de operación. “La descarga trabajó, bajo requerimiento del terminal de RELAPASAA, a una presión de hasta 10 kg-f/cm2″, cuando la presión máxima de operación es de 100 PSIG, lo cual es quivalente a 7.0307 kg-f/cm2″, se lee en el informe.
También se señala que la línea submarina de 4.500 metros del terminal data como año de fabricación 1975, y se evidencia que no cumplió la “renovación de la infraestructura ni un correcto mantenimiento”. Y que “el crudo de Buzios (petróleo) haya tenido aditivos electrostáticos, para aumentar su conductividad”, medida fundamental de seguridad.
Otra gruesa falla se refiere al PLEM, estructura metálica con válvulas y tuberías que permite el paso de los distintos productos del petróleo. “El PLEM presenta costuras metálicas y refuerzos... mantiene el diseño de su fabricación original de 1975, no está demostrado que se cambió en 2013″. Se señala que no se halló un plan de mantenimiento, seguridad y fiabilidad del PLEM y la línea submarina.
Este viernes 18 de marzo se retiró el PLEM del Terminal Multiboyas N° 2 de La Pampilla, donde se produjo la fuga de petróleo. Foto: Osinergmin
También se indica que, ocurrido el derrame, la primera responsabilidad es de la Refinería La Pampilla y del representante del Buque Tanque Mare Doricum, capitán Giacomo Pisani, “quienes tienen responsabilidad de controlar el derrame y no lo hicieron”. Asimismo, la comisión encuentra hasta 10 versiones sobre la cantidad de crudo que llevaba el Mare Doricum: de lo declarado en Sunat, del capitan del buque, del perito marítimo, de la autoridad portuaria, del manifiesto de Petrobras, etc. Y se concluye que Refinería La Pampilla, Repsol, Petrobras Global Trading B.V., la empresa Fratelli D’Amico Armatori SPOA, dueña del buque Mare Doricum, y RELAPASAA son responsables, directa o indirectamente, del daño causado.
Una parte dolorosa es la de la fauna afectada (ver despiece). Igual se indica que en playas como Ventanilla, Santa Rosa, Las Conchitas. Miramar, Ancón, etc. se detectó acenafteno, acenaftileno, antraceno, benzo antroceno, benzo pireno, benzo fluorenteno, criseno, fenantreno, fluroeno y pireno.
El informe incluye necesarias recomendaciones que el Estado debe tomar en cuenta.
El informe congresal indica que, según datos de OEFA, Imarpe, Sernanp y Serfor, se encontraron 959 animales muertos: 955 aves, 3 mamíferos y una especie por identificar, se rescataron más de 420 aves. Dentro de la mayoría de animales afectados (848 individuos) hay 6 especies en peligro de extinción: el pelícano peruano, el cormorán guanay, la chuita, el pingüino de Humboldt, el piquero y la nutria marina.
¿Oleaje? Los implicados en este derrame atribuyeron lo sucedido a un oleaje anómalo producto de la erupción del volcán en Tonga. Sin embargo, el informe de la comisión indica que no se produjo oleaje anómalo y que las olas en el área de descargue no superaron el metro de altura. El descargue puede hacerse con olas de hasta 2 metros.
La congresista Margot Palacios Huamán, que preside la Comisión Investigadora, entregó su informe final a la Oficialía Mayor del Parlamento.
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Refinería La Pampilla, bajo administración de Repsol, señalada como responsable, y hay otras empresas señaladas. Además, se enumera una lista de personas involucradas, algunas hasta incurrieron en falsedad.
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