Durante la madrugada del último lunes 30 de mayo, un sismo de magnitud 4.9 con epicentro en Cañete sorprendió a miles de ciudadanos que residen en Lima. Este evento natural se suma a los constantes movimientos telúricos registrados durante los últimos días, situación que despertó preocupación entre la población.
Recordemos que el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y otras entidades científicas ya advirtieron la posibilidad de un terremoto de magnitud 8.8 a más en Lima, debido a un silencio sísmico de 276 años.
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El subdirector de Sistematización de Información sobre Escenarios de Riesgo de Desastres del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Carlos Pichilingue, recordó que el último sismo “significativo y de gran magnitud” fue el terremoto de 9.0 que sacudió Lima y Callao el 28 de octubre de 1746, durante el Virreinato del Perú. “Desde esa fecha hasta la actualidad hubo sismos, pero no tan fuertes o de tales características como para que puedan ocurrir grandes daños”, puntualizó en entrevista con La República.
De acuerdo con el especialista, los posibles daños en los distritos ante un eventual terremoto en las costas de Lima y Callao se analizan con dos aspectos: el peligro y la vulnerabilidad.
“Cuando observamos el tema de lo que es el peligro, se analizan algunas características con respecto al sismo. Por ejemplo, el epicentro del sismo y la profundidad de este. O sea, su ubicación y la profundidad de dónde ocurriría”, explicó.
En esa línea, el investigador destacó los distintos tipos de suelo sobre los que habita la ciudadanía como factor fundamental para determinar qué tanto afectaría un fuerte movimiento telúrico a cada sector. “Hay una microzonificación sísmica que da las características del suelo en el cual nos encontramos, hay suelos que presentan depósitos pantanosos o depósitos de arena suelta, que son potencialmente licuables y de alta amplificación sísmica, como son los suelos de Chorrillos, Villa El Salvador, Comas, San Juan de Lurigancho, La Molina, Ate Vitarte y otros”, continuó.
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Según Pichilingue, la naturaleza de los distritos mencionados son los que van a propagar más las ondas sísmicas y pueden desencadenar mayores daños.
En cuanto a la vulnerabilidad, el funcionario de Indeci resaltó las características de construcción de las viviendas. “Recordemos que hay normas técnicas y parámetros sismorresistentes que ha elaborado el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que establece cuáles son las reglas de construcción, dependiendo del terreno donde nos ubiquemos”, acotó.
Además, lamentó que alrededor del 70% de viviendas son autoconstrucción o construcción informal. “Ese también es otro problema a que tenemos en nuestro territorio, hay material precario, ladrillos muy sueltos o columnas muy delgadas. También la antigüedad de las viviendas en el Centro de Lima, la zona de Barrios Altos o el Rímac”, insistió.
Un tsunami después de un movimiento telúrico no se va a dar necesariamente, ya que deben cumplirse una serie de condiciones en cuanto al origen del sismo y la profundidad. Carlos Pichilingue aclaró que, para la generación de olas gigantescas en el litoral peruano, el epicentro del sismo debe ubicarse en el mar y frente a las costas si es de origen cercano. En el caso de que el temblor o terremoto sea lejano, puede producirse dentro del cinturón de fuego del Pacífico, en las costas de Japón o China.
“Las condiciones son tanto la ubicación del epicentro, la profundidad y la magnitud. Si es un sismo con una profundidad menor a 60 kilómetros y una magnitud mayor a 6.5 o 7, se pueda desencadenar un tsunami. Esos parámetros los estudia la Dirección de Hidrografía y Navegación de la MGP (Marina de Guerra del Perú), ellos son los que determinan si es que habrá un posible tsunami luego de un sismo”, indicó.
En el año 2007 se originó un pequeño tsunami tras el terremoto de Pisco. Sin embargo, muchos no se enteraron debido a que los mayores daños fueron provocados en las ciudades de Pisco, Chincha Alta, Chincha Baja, Tambo de Mora, Ica y San Luis de Cañete; no obstante, sí ocasionó que algunas embarcaciones terminen en la orilla.
El experto afirmó que un tsunami ocasionado por un sismo de magnitud 9.0, podría inundar toda la zona de La Punta, Ventanilla, parte de Chorrillos y todas aquellas zonas costeras que tengan poca elevación sobre el nivel del mar. Este es uno de los peores escenarios.
El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres realizó el informe “Escenario de riesgo por sismo y tsunami para Lima y Callao”, el cual establece los siguientes distritos como los más vulnerables.
Callao:
Lima Norte:
Lima Centro:
Lima Este
Lima Sur
El Indeci recomienda tener una mochila de emergencia en cada hogar ante un desastre natural. En el caso de sismos, conoce qué productos y objetos te servirán para solventar tus necesidades durante los días siguientes al movimiento telúrico.