Piura. En el “Área de Conservación Privada - ACP, bosques montanos y páramos de la comunidad campesina Huaricancha” en Huancabamba, se registró dos ejemplares de tapir de montaña (Tapirus pinchaque) gracias a la instalación de cámaras trampa. Esta vez se captó dos tapires andinos, una hembra y una cría.
Debido a las malas prácticas de los humanos en el ecosistema de esta especie, el tapir de montaña se encuentra categorizado como en peligro, por la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Sin embargo, Perú cuenta con un Plan Nacional de Conservación del tapir andino, cuyos objetivos son generar más información sobre la especie y sus hábitats; así como la creación de mecanismos de gobernanza y normatividad que permitan proteger a la especie en su ámbito de distribución en el país.
ACP protege el hábitad de esta especie
El registro se realizó en el marco del proyecto de ciencia comunitaria “Germina: evaluación de la viabilidad de semillas dispersadas por tapir de montaña (Tapirus pinchque) y oso andino (Tremarctos ornatus)”, desarrollado por NODO Conservación y Naturaleza y Cultura Internacional Perú.
Los guardabosques e integrantes del comité de gestión del ACP seguirán monitoreando estas trochas de tapires a lo largo del año, con las investigadoras NODO y Naturaleza y Cultura Internacional; la finalidad es estudiar la dieta de estas especies y su potencial dispersor.
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Los investigadores aseguran que solo cinco tipos de tapires en el mundo, y dos en el Perú: el amazónico (Tapirus terrestris) y el tapir andino (Tapirus pinchaque) que es el más pequeño entre las dos especies.
Según Katty Carrillo de Naturaleza y Cultura Internacional, el tapir de montaña es un potencial dispersor de semillas, modulador de la estructura y composición de los ecosistemas en donde habita; motivo por el cual se considera a esta especie como clave para el funcionamiento de los ecosistemas de alta montaña.
Vania Tejeda Gómez, investigadora de NODO Conservación, menciona que es clave evidenciar la presencia de tapires de montaña en zonas conservadas y urge comenzar a mirar aquellas áreas degradadas que alguna vez fueron hábitat de esta especie.
Vania Tejeda refiere que en el 2016 un incendio arrasó alrededor de 2500 hectáreas de bosque y páramos de 7 áreas protegidas. “Dentro de las áreas se encontraba el ACP Huaricancha y estas cámaras fueron instaladas en senderos antiguos de tapires. Lo que hicimos fue colectar las heces antiguas y comprobar que no solo siguen usando estas zonas, sino que se reproducen, lo que nos genera mucha esperanza sobre las poblaciones saludables en el mosaico y nos anima a continuar el proyecto de la mano de las comunidades” indicó Tejeda.
El tapir se distribuye en los bosques de montaña y páramos de Colombia, Ecuador y norte de Perú, entre las regiones de Piura y Cajamarca, donde limitan con el corredor Sangay Podocarpus de Ecuador. Estos ecosistemas están considerados como sitios muy biodiversos en el planeta por el ser el hábitat de importantes especies, como el tapir de montaña y por ser potenciales generadores del recurso hídrico, de ahí la urgencia de conservarlos.
Por su parte, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, los gobiernos Regionales de Piura y Cajamarca y Naturaleza y Cultura Internacional trabajan en el reconocimiento oficial de corredores de conservación en Perú, bajo un enfoque de paisaje, que permita una gestión efectiva en las áreas de conservación, en coordinación con los gobiernos locales y las comunidades.