Duro golpe al narcotráfico. Daniel Saavedra Chávez (38) y Harold Puelles Saavedra (23) se convirtieron en los hombres más importantes para una banda criminal que opera en la zona del Vraem. La razón es muy simple. Tenían la misión de transportar más de una tonelada de cocaína que estaba oculta en balones de gas; sin embargo, cayeron en el puesto de control de Machente (Ayacucho).
Más allá de la importancia del decomiso, la captura comprueba las nuevas estrategias de los narcos para producir y transportar droga.
Este último cargamento iba camuflado en 400 balones de gas, de los 900 hallados, explicó el coronel Pedro Solórzano Niño de Guzmán, jefe de la Unidad de Maniobras Contra el Tráfico Ilícito de Drogas del Vraem.
“Se decomisó 1.140 kilos de cocaína. Los paquetes tenían como logotipo la palabra OSAM y los balones fueron deliberadamente fabricados. No habíamos tenido un caso específico como este”, dijo el oficial.
Aunque todavía no se puede hablar de una reducción significativa en los niveles de producción de droga en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) o el Huallaga, para la Policía es claro que los narcotraficantes han sentido el acoso de las fuerzas del orden y comenzaron a buscar nuevas estrategias para burlarla.
Otra prueba de ello es el hallazgo de un laboratorio móvil para procesar cocaína en el caserío Cormot, distrito de Compin, provincia de Gran Chimú, y a solo 130 kilómetros al noreste de Trujillo, en La Libertad, región que no ha tenido tradición de actividades mafiosas.
La novedad del golpe asestado por la División de Investigaciones de delitos de Alta Complejidad (Diviac) está representada en una poza de maceración de unos 10 metros cuadrados en el que reposaban hojas de coca con gasolina, cal y otros insumos químicos.
El dueño del inmueble, Segundo Gonzales Alfaro, saltó hacia el río Chicama y se desconoce su paradero.
La policía antidrogas investiga los nexos entre organizaciones de narcotráfico del Perú con el extranjero. Video-: Canal N
Las investigaciones preliminares determinaron que el laboratorio fue fabricado para operaciones itinerantes de aproximadamente 20 a 30 días.
De esta manera, los procesadores del alcaloide evitan pasar mucho tiempo en determinados sitios, donde pueden ser detectados por la Policía.
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Según la PNP, esta organización habría descapitalizado entre 35 y 40 millones de euros.
Se están desarrollando operaciones de inteligencia para enfrentar de manera decisiva y contundente al narcoterrorismo, afirmó el Ministerio del Interior.