Por: Roberth Orihuela-enviado especial a Maca
Una piedrita que cayó de una de las paredes del cuarto donde dormía, salvó la vida de Juan Llasaca. Se levantó y, sin tiempo de siquiera pensar, tomó a su hija en brazos para sacarla hacia el patio. Era la una de la madrugada del martes pasado. Un sismo de 5.5 grados en la escala de Richter sacudió los distritos de Maca, Cabanaconde, Madrigal y Lari, en el valle del Colca (Caylloma).
Mientras la tierra temblaba, el padre de familia veía cómo se caían las paredes de su humilde casa. Cuenta todo ello mientras señala un bloque de cemento que cayó sobre la cabecera de su cama. “Si no fuera por esa piedrita no me habría despertado y quizás estaría muerto o seriamente herido”, cuenta.
El padre muestra su cocina, su habitación y la de su hija y sus corralones, donde criaban cuyes y gallinas, destruidos por la fuerza del sismo. El de esa madrugada fue el más fuerte que ocurrió y siguen ocurriendo debido a la reactivación de la falla geológica que involucra a las zonas de Maca y Pinchollo (un anexo de Cabanaconde). De acuerdo al Instituto Geofísico del Perú (IGP), solo ayer se registraron 7 sismos. Los de mayor magnitud fueron en la madrugada, al mediodía y en la tarde (ver infografía).
De igual forma, Giovana Quispe, joven madre de 29 años, cuenta que su casa sufrió graves fisuras en sus paredes. Además, perdió su cocina y un corral donde criaba gallinas. “El único que sobrevivió fue un gallo, ahora solo tengo mis cuyes, pero una pared de mi vecino podría caer en cualquier momento”, explica mientras ingresa a lo que era su cocina. Hay un agujero que da para la calle y un montículo de bloquetas que cayó hacia el interior. Tuvo que retirar todo: cocina, ollas y otros utensilios, hacia su patio.
La mujer vive con su esposo, su hijo y su padre ya anciano. Explica que además han perdido sus cosechas en los andenes que cultivaron en la parte alta de Maca. “Mi esposo ha ido a ver las papas que sembramos en esta temporada. Hay piedras y derrumbes. Ya no habrá forma de recuperar nada, lo hemos perdido todo”, agrega mientras muestra una fisura en las paredes de su habitación.
Doroteo Mamani, presidente del Consejo Parroquial del distrito de Lari —ubicado en la otra banda del río Colca—, también mostró las grietas en las paredes de la iglesia del distrito, conocida como “La Catedral del Colca”. La estructura, construida en la época colonial, muestra rajaduras en las dos torres y en las cúpulas interiores. Al pasar al templo podemos ver grandes bloques de sillar que cayeron del techo y destruyeron las bancas. El daño es grave, explica Doroteo, quien además pide apoyo a las autoridades y sobre todo al Arzobispado de Arequipa, para iniciar los trabajos de refacción.
Los agricultores de Lari también piden ayuda. Ernesto Silloca y sus compañeros nos llevan hasta la zona denominada Ccanquena, donde los derrumbes han sepultado dos acequias que llevaban el agua para el riego de 240 topos que pertenecen a 150 agricultores.
Ernesto nos muestra una acequia, ubicada en el margen derecho del riachuelo, bloqueada en unos 900 metros, mientras que el margen izquierdo son 1200 metros afectados. Además, hay un estanque donde cayeron rocas gigantes que fisuraron la infraestructura y lo dejaron inservible. El poblador pide a las autoridades que envíen apoyo para rehabilitar las acequias y de esa forma no perder las cosechas de este año.
Mientras hablamos con los agricultores ocurre un nuevo sismo de 3.6 grados. Los cerros que nos rodean vuelven a derrumbarse y levantan grandes nubes de polvo. Una roca gigante cae sobre la chacra de Patricio Ccasa, un agricultor que ya da por perdido su sembrío de maíz, que está totalmente cubierto por el polvo y con rocas que han tumbado el maizal.
Las necesidades en esa parte del Colca son muchas luego de los sismos, pero la respuesta de las autoridades regionales y provinciales es lenta y poco efectiva. El miércoles en la tarde la jefa del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), Barbara Cuadros Quihue, llegó a la zona y se reunió con los alcaldes. El acuerdo fue que ayer se realizaría un diagnóstico de los daños yendo a cada distrito, desde las 8.00 de la mañana.
El único distrito inspeccionado fue Madrigal. Hasta allí llegó personal del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), alcaldes locales y otros funcionarios. Pero tras llegar al distrito de Lari, Cuadros Quihue, alegó que debía alcanzar a la comitiva que llegaba con ayuda humanitaria y era bloqueada por una paralización que iniciaron los pobladores cayllomino en contra de la Adenda 13 para el proyecto Majes Siguas II.
Pero esta ayuda fue casi insignificante. Así lo manifestaron las autoridades locales. El alcalde de Lari, José Panta, señaló que lo único que pudieron entregar son dos carpas, algunas mantas y camastros simples. De igual forma, el regidor de Maca, Felimon Nina, denunció que en su poblado se tiene apenas 6 carpas, que no ayudan a dar un techo donde dormir para las más de 70 familias afectadas.
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El descontento de los pobladores no se hizo esperar. Cuando Bárbara Cuadros se fue, los comuneros de Lari se interpusieron y lograron detener a dos camionetas que llevaban a funcionarios del Indeci. No los dejaron ir hasta que los escucharon. De igual forma, la gobernadora regional Kimmerlee Gutierrez Canahuire llegó a Maca a las 5:30 de la tarde, luego de reunirse con los huelguistas en Chivay. Lo que no gustó a los maqueños es que la autoridad llegó y se encerró con funcionarios en el segundo piso del municipio. Salió 40 minutos después, entregó cuatro paquetes de frazadas.v
La gobernadora Kimmerlee Gutiérrez habría tenido dificultades para llegar hasta Caylloma. Manifestantes en contra de la adenda 13 para Majes Siguas II, bloquearon el ingreso al distrito Chivay. En su descargo, los protestantes señalaron que eso no era verdad y que dieron paso a todo tipo de apoyo o maquinaria.
Gutiérrez se reunió con diversos dirigentes y representantes del Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Caylloma, y acordaron iniciar la mesa de diálogo el 22 de marzo. La autoridad aseguró que enviará sus pedidos a Pro Inversión y otras instancias.
Tras los acuerdos, los pobladores levantaron su medida de lucha y lo gobernadora se dirigió a los poblados de afectados por los sismos.
El consejero regional, Harberth Zúñiga, criticó la tardía respuesta del COER que dirige Bárbara Cuadros. “La responsabilidad política le alcanza a la gobernadora. Me llama mucho la atención que Bárbara Cuadros haya tenido una tardía reacción ante la necesidad de la población”, indicó. También cuestionó que el poblado de Pinchollo no haya sido incluido dentro de la zona de emergencia por los sismos. “Ahí ha sido el epicentro y no lo consideraron”, sostuvo. Zúñiga espera que la jefa del COER, cumpla con el perfil para el cargo para cumplir sus funciones. Subrayó que no se puede perder tiempo en este tipo de desastres.
En tanto, el presidente del Consejo Regional, José Luis Hancco, también acudió a Caylloma. Sostuvo que el 16 de marzo se hizo una evaluación. “Si la señora del COER recién ha estado ayer en Caylloma (16 de marzo) su reacción ha sido muy tardía. Justamente vamos a ver el cumplimiento de sus acciones”, señaló.
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