Se están elevando de manera paulatina las muertes por COVID-19 en los establecimientos de salud de las regiones de Puno, Arequipa y Cusco. En lo que va en enero ya son 47 los decesos en la región mistiana, 26 de ellas ocurrieron en los últimos siete días.
El director médico del Hospital Honorio Delgado Espinoza, Alexis Urday, refiere que esto se debe a que se disparó el aumento de contagios. El 21 de enero se contabilizaron 6250 infectados y ayer se reportó 4 024. Urday subrayó que las muertes de esta tercera ola no se comparan en nada a lo sufrido en la primera y segunda. “Como hay gran cantidad de casos, algunos van a presentar cuadros severos por ser vulnerables, como tener hipertensión, diabetes, tener cáncer o alguna enfermedad crónica. No es por el mismo virus”.
La falta de vacunación o no tener ni ninguna dosis complica más su situación, advirtió el galeno. Informó que más del 80% de sus pacientes en UCI o en Área de Alto Flujo no están protegidos. Señaló que hasta ayer tenían 14 pacientes en UCI y 14 en Alto Flujo.
En Puno, según el último reporte de la Dirección Regional de Salud (Diresa), 13 personas fallecieron por la pandemia el 27 de enero. De acuerdo a la unidad de epidemiología, la mayoría no tenían las dos vacunas de inmunización y el 100 % presentaba comorbilidad. Juan Carlos Mendoza Velásquez, director de la Diresa, calificó a este aumento como una oleada de muertes. “El panorama revela que estamos en ascenso. Ni siquiera hemos llegado a la meseta aún. Lo único que queda es cuidarse”, dijo el funcionario.
De enero a la fecha en total murieron 63 personas. Esta cifra es consecuencia directa de los contagios que comenzaron a ascender desde el 05 de enero. Se reportaban 40 infecciones días, pero en la actualidad son más de mil. Debido a este panorama la capacidad de atención del sector salud está en menos del 50 %. De las 274 camas de hospitalización, 187 están ocupadas y de 45 camas UCI, 24 son usadas por pacientes críticos.
En tanto, en Cusco ya son 59 fallecimientos, 51 se registraron solo en la última semana. El jefe del área COVID del hospital regional, Enrique Arana, señaló que las 11 camas de UCI están ocupadas.
En el nosocomio regional murieron en la última semana 15 personas, el 90% son mayores de 60 años con comorbilidades. “No queremos repetir la historia en que perdamos a nuestros adultos mayores, pues son los más vulnerables”, dijo.
Enrique Arana, jefe de UCI del hospital regional de Cusco, lamentó también que esta tercera ola de la pandemia esté golpeando a otro grupo etario, los menores. En lo que va del año se hospitalizaron a 30 niños, ocho permanecen internados. “Es penoso ver a niños que no se han expuesto voluntariamente con cuadros clínicos, incluso graves como el bebé que hemos trasladado a Lima”, agregó.