El flagelo de la inseguridad y la violencia no deja de azotar a los limeños. En las últimas horas fue puesto al descubierto un video que registró a delincuentes, vestidos con uniformes de la Policía, intentando robar los lingotes de oro que transportaba un empresario en su automóvil blindado.
Para la Policía se trataría de un grupo dedicado a asaltar a personas vinculadas a la venta legal de oro. En este último caso, el empresario se dirigía a un almacén del Callao llevando la preciada carga.
Cuando iba por la avenida Faucett, con dirección al aeropuerto Jorge Chávez, dos supuestos policías de tránsito, en moto, le cortaron el paso y le ordenaron que se detenga.
Al paso. El fallido asalto se produjo en la avenida Faucett. Foto: difusión
En segundos, un automóvil negro, de placa AVD-590 (falsa), fue estacionado delante y descendieron cuatro sujetos con chalecos de la Dirección de Investigación Criminal.
La escena quedó registrada en las cámaras de video instaladas dentro del auto del agraviado. Las imágenes muestran a uno de los sospechosos cuando desvía el tránsito en la avenida Faucett mientras otros tres le exigen al empresario que salga del vehículo. Pero no salió de su automóvil.
Con sangre fría y ante el desconcierto de los ‘policías’, mostró sus documentos a través de las lunas blindadas del vehículo. Esto enfureció al que dirigía el falso operativo, quien rastrilló su arma y les dijo a sus compañeros que vuelvan al carro. Acto seguido, huyeron. Este falso operativo policial, según las autoridades, habría sido dirigido por Fausto Toro, un expolicía que integró la banda Los Destructores.
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Se trata de una modalidad de delito también conocida en la jerga policial y del hampa como ‘mejicaneada’.
El 12 de junio robaron al empresario Wilfredo Borda seis barras de oro cotizadas en más de 4 millones de dólares. Esa vez incluyeron a un ‘fiscal’.
En otro falso operativo que hicieron el 27 de julio, despojaron de oro y plata, cotizados en casi 1 millón de dólares, a un grupo de cinco comerciantes, en Miraflores. Antes, en el mes de enero, perpetraron otro robo en la joyería Crispín, ubicada en el jirón de la Unión.
En muchos otros casos, las víctimas no denunciaron el hecho, y por ello la Policía no investiga y los fiscales tampoco actúan de oficio.
En esta banda habría un policía en actividad. Estos realizan tareas de inteligencia, saben las rutinas y movimientos de las víctimas.