Los pacientes contagiados de COVID-19 que han superado la enfermedad aún deben recuperarse de algunas secuelas. De acuerdo con EsSalud, al menos uno de cada cuatro pacientes sufre de una considerable caída de cabello.
Según Karen Peláez Castro, dermatóloga del Centro Preventorio Oncológico Metropolitano de EsSalud, la pérdida de pelo es un efecto secundario debido a que la enfermedad genera estrés.
“Se nos pueden caer hasta 150 cabellos al día de una manera natural o normal, pero en una caída de cabello patológica considerable estamos hablando del doble; es decir, se pueden caer hasta 300 cabellos al día. El paciente nota que al peinar o lavarse el cabello, se desprenden en mayor cantidad”, sostuvo en una nota difundida por TV Perú Noticias.
Asimismo, la especialista señaló que los pacientes que acuden a los nosocomios por esta causa se han incrementado en 25%; es decir, uno de cada cuatro personas padece este problema. Además, precisó que suele presentarse de dos a tres meses después de haber contraído la infección, sobre todo en mujeres de 30 y 40 años.
“El efluvio telógeno agudo (caída de cabello) es muy frecuente en la consulta dermatológica y más en mujeres; en varones vemos alopecia androgenética, conocida como calvicie. Cuando ese efluvio pasa los seis meses, se vuelve crónico y podría estar asociado a enfermedades tiroideas, anemia, déficit de hierro u otras patologías con déficit de vitamina D o zinc”, añadió.
Peláez señaló que la caída se evidencia al lavar o peinar el cabello; también se asocia a otros síntomas como picazón, ardor o dolor en el cuero cabelludo.