Imelda y Michael, otras 2 víctimas de la violencia machista y la indiferencia

Los caminos de Imelda Dávila Chávez, una mujer de 66 años, trabajadora del área administrativa de la red de salud de Bagua, y el de Hilari Michael Torres Gámez, ciudadana venezolana de 22 años, terminaron como el de otras mujeres víctimas de violencia que, aún cuando se atrevieron a denunciar, quedaron expuestas y sin protección.

Ellas fueron asesinadas en Amazonas y en Lima, convirtiéndose así en las primeras víctimas de feminicidio del mes de julio. La ministra de la Mujer, Silvia Loli, informó que entre enero y junio 68 mujeres han sido victimadas por sus parejas o exparejas.

Imelda había advertido las amenazas de su esposo, Isaác Tafur Tafur, antes de ser atacada. “No te metas conmigo”, decía una de las últimas amenazas que recibió, según contó una compañera de trabajo.

Ellos sostuvieron una discusión y él terminó atacándola con un cuchillo. Luego, creyéndola muerta, intentó suicidarse arrojándose del segundo piso. Imelda murió en el hospital Gustavo Lanatta, de Bagua. Isaác fue salvado tras ser trasladado a un hospital de Chiclayo.

Halló muerta a su hija

En tanto en Lima, en un barrio de San Juan de Lurigancho, Hilari Michael Torres Gámez fue encontrada muerta en su habitación, víctima de un balazo. Fue su propia madre, Alaidi Gámez Jainis, quien la halló sin vida tras escuchar el disparo.

Se investiga si se trata de un feminicidio cometido por su pareja, que está prófugo desde ese momento, informaron fuentes policiales. Este habría escapado con otros tres jóvenes con quienes la chica estuvo en el segundo piso del jirón Las Verdolagas 795, en el sector de La Huayrona.

Los familiares denunciaron que uno de ellos convenció a Michael para asistir a una reunión y que su pareja tenía actitudes violentas y de manipulación.

Clave: primeras señales

Para el médico psiquiatra Carlos Bromley, no son hechos aislados. Expresan una violencia habitual que nos induce al acostumbramiento.

“No son estadísticas, cada caso tiene una historia, una madre y un padre que la lloran, proyectos truncados, sueños arrebatados por la violencia”, manifiesta el especialista.

Advierte que hay que enseñar a detectar las primeras señales de la violencia, llegar antes para educar y para prevenir. “Quizá no podamos evitar todos los casos, pero nos ahorraríamos mucho sufrimiento y daríamos paso a un nuevo camino”.

Algunas de esas señales son prohibir salidas con amigos, poner a la otra persona en contra de su familia, comparar a la pareja con otras, dice Bromley.

En esta línea, la violencia se manifiesta en lo físico (golpes y, en caso extremo, feminicidio u homicidio); en lo psicológico (maltrato que causa daño emocional y perjudica el desarrollo sano de la autoestima) y en lo sexual (cualquier coerción que vulnere la intimidad sexual).

Activan la línea 100

Según el Ministerio de la Mujer, de enero a mayo se registraron 84.165 llamadas de personas o grupos familiares denunciando violencia. El 77,7 % fue de mujeres y el 23,3% de hombres.

Por ello se aprobó el protocolo de atención de casos de violencia de género de la Línea 100, un servicio telefónico gratuito integrado por profesionales en derecho, psicología y trabajo social que brindan información, orientación, consejería, soporte emocional y coordinan atención a las víctimas de violencia o testigos de un hecho, de lunes a domingo (incluidos feriados), durante las 24 horas.

Datos

Acción. En el 2020, en solo 6 de los 138 feminicidios los autores recibieron sentencia. Es decir, apenas un 4%.

Presos. De los primeros 47 casos de este año, 23 autores están con prisión preventiva.