La Municipalidad de San Juan de Miraflores y la Policía Nacional ejecutaron un operativo de clausura definitiva de siete hostales que funcionaban en la urbanización Entel pese a que no es una zona apta para alojar este tipo de negocios.
La alcaldesa Cristina Nina, quien lideró las acciones, indicó que revocó la licencia de estos establecimientos que operaban gracias a los permisos obtenidos en las anteriores gestiones.
“Lo que estamos haciendo hoy es marcar un precedente, vamos a recuperar el orden y lo estamos haciendo de forma correcta. Se está procediendo a que cada uno de estos hostales se quede sin licencia de forma definitiva”, indicó el declaraciones a La República.
A pesar que los dueños de los locales se rehusaron y hasta lanzaron agua a las autoridades, la comuna procedió con el cierre, colocando muros en las entradas y retirando con grúas con carteles con los anuncios.
Nina aseguró que el equipo de fiscalización de la municipalidad vigilará de forma permanente los locales para que no sean reabiertos y su gestión estará atenta si los dueños intentan presentar alguna medida legal que les favorezca.
“Lamentablemente este tipo de locales lo único que han hecho es perjudicar el orden, han incurrido en desacato en varias oportunidades y nosotros estamos tratando de imponer el sentido de la autoridad”, agregó la alcaldesa.
El cierre definitivo de los mencionados establecimientos fue saludado por decenas de personas que viven en los alrededores, debido a que era una exigencia hace varios años.
En muchas ocasiones se quejaron de los problemas que traía como consecuencia la prostitución, robos, sicariato, venta de drogas y alcohol, actos contra el pudor, además de peleas y balaceras entre trabajadoras sexuales, así como personas ligadas al negocio.