El rebrote de coronavirus en nuestro país se estima para fines de octubre o inicios de noviembre. En Cajamarca, el director de la Oficina de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud (Diresa), Víctor Zavaleta Gavidia, reconoció la posibilidad de que en la región se confirme la tendencia de una segunda ola de contagios.
Sin embargo, se refiere a ella como una ola pequeña, pero de mayor letalidad, con focos en las “provincias del interior” de la región y con énfasis en la población adulta, el grupo de riesgo.
“Todos esperan una segunda ola para octubre y noviembre. Si (en Cajamarca) no ocurre nada en ese periodo, calculo que se aplazaría para diciembre o enero. Existe un buen grupo que no se enfermó y ellos son susceptibles”, indicó el especialista a La República.
A través de la recopilación de información de nuevos ingresos en los hospitales destinados para el tratamiento de pacientes COVID-19 en Cajamarca y Jaén, se pretende dar diagnóstico de la situación de cara a la aparición de nuevos picos de la enfermedad viral.
En referencia a la capacidad de atención de los nosocomios, Zavaleta Gavidia señaló que hay disponibilidad de camas hospitalarias y camas UCI, pero que los esfuerzos están centrados en reforzar el primer nivel de atención y la identificación del personal de salud en los establecimientos, porque algunos continúan de licencia por vulnerabilidad y otros contrajeron el virus del SARS-CoV-2.
Mesías Guevara Amasifuén, gobernador regional de Cajamarca, confirmó la disponibilidad de recursos en estos momentos. Además, hizo referencia a las convocatorias para la contratación de especialistas. “En Jaén se ha lanzado un (concurso CAS) de 600 profesionales de salud, entre ellos 100 médicos, en promedio. Y en Cajamarca, igual”, explicó.
Otras de las preocupaciones es el tránsito en los denominados corredores comerciales que identificó la Diresa. Uno de ellos en la zona de Jaén, el corredor del centro que abarca Chota, Bambamarca y Santa Cruz, que sale hacia Chiclayo, y la de Cajamarca, Celendín, San Marcos y Cajabamba (esta última tiene conexión con Huamachuco, en La Libertad).
“Entre 6.000 y 7.000 personas por día se movilizan por estos puntos. No hay cómo detenerlos, porque la gente se mueve por el negocio”, refirió el titular de Epidemiología.