Arequipa cumple 480 años de fundación española. La ciudad blanca es la segunda región con mayor cantidad de población en el Perú y es considerada una de las urbes más hermosas por su gastronomía, paisajes e imponentes volcanes como El Misti, el más reconocido del país.
Cuando uno llega a Arequipa siempre será recibido por su emblemático volcán, ubicado en el noreste de la ciudad y que acompaña a más de un millón de arequipeños asentados en el valle del río Chili, ubicado en las faldas del Misti. Aquí te presentamos algunos datos poco conocidos o casi olvidados del volcán más conocido del Perú.
El Misti tiene una edad aproximada de 112 000 años. Según el Instituto Geofísico del Perú, es un estratovolcán construido por la acumulación sucesiva de flujos de lava y secuencia piroclástica. Solo en los últimos 50 000 años, el Misti ha registrado 12 erupciones volcánicas.
Una de esas erupciones, ocurrido hace 2 000 años, fue catalogada como una de las más fuertes producidas por el volcán sureño, ya que su Índice de Explosividad Volcánica llegó a 5, en un escala de 0 a 8. La mayoría de los productos que salieron de las explosiones se depositaron en lo que hoy es la ciudad de Arequipa.
El último proceso eruptivo considerable que produjo el Misti se registró en el siglo XV, en lo que históricamente consideramos la predominancia de la civilización inca. De acuerdo a las crónicas que se conservan de esos años y también a estudios de cenizas, se ha concluido que podría haber sido una actividad explosiva moderada.
De acuerdo al último censo poblacional del 2017, en la falda de el Misti se ubican distritos como Alto Selva Alegre, Miraflores, Mariano Melgar, Paucarpata, Chiguata, que suman un total de 340 000 habitantes.
Esta cercanía con el volcán y sumada la presencia de infraestructura energética, hidráulica y de transporte han provocado que el Misti sea considerado como un volcán de alto riesgo para la población.
“Debido a que el Misti es un volcán activo, tiene una larga vida eruptiva por delante. Una futura erupción podría generar impactos significativos en la ciudad de Arequipa”, precisa el Dr. Marco Rivera, investigador científico del Instituto Geofísico del Perú (IGP).
El IGP, a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), vigila el Misti de manera permanente y ha informado que diariamente ocurren entre 40 y 60 sismos que son imperceptibles para la población aledaña.
“Hoy sabemos cuál es el nivel base de la actividad del Misti, lo cual nos permitirá identificar posibles anomalías o cambios en su comportamiento dinámico para poder alertar una futura reactivación”, detalla el Ing. José Del Carpio, coordinador del CENVUL.
Además de la sismicidad, un aspecto que evidencia también que el Misti es un volcán activo es la emisión esporádica de fumarolas desde el cráter. Muchos arequipeños observan estas emisiones que, en ocasiones, sobrepasan la cima del volcán y son visibles desde la ciudad de Arequipa.
“Las emisiones fumarólicas del Misti son mayormente vapor de agua producto de la evaporación de agua meteórica que se encuentra próxima al cráter y es calentada por la influencia del sistema volcánico”, finalizó el Dr. Marco Rivera.