Contra todo pronóstico. Luis Nuñez, el sacerdote que superó la COVID-19, relató lo que significó haber padecido la terrible enfermedad que ha cobrado la vida de miles de personas a nivel mundial. El párroco que permaneció internado alrededor de dos meses asegura estar vivo por un milagro de Dios.
“Yo tenía un letrero de mi estado, un término médico, de que yo ya estaba dormido o algo así. Seguramente ya quedaba poco tiempo para que me desconecten, pero volví (...) el día que me quitaron el ventilador, fue Jueves Santo, el día del sacerdocio”, contó en América TV.
El religioso temía lo peor debido a que padecía otras enfermedades como el sobrepeso y prediabetes. No obstante, él agradece la atención médica que recibió en el hospital Rebagliati, así como a las oraciones recibidas desde diferentes partes del mundo.
“Le rezaba al señor de la Misericordia siempre, le decía los nombre de mi familia, del Obispo, de la gente de mi parroquia. Los médicos me decían, ‘¿qué está haciendo?’, pero yo rezaba por ustedes les decía. Yo salgo de UCI el mismo Día del señor de la Misericordia”, relató al dominicial.
Nuñez fue el primer paciente grave reportado en el país y en Latinoamérica. Casi dos meses después recibió el alta médica entre aplausos y bendiciones. Desde el lunes 4 de mayo permanece en su vivienda cumpliendo con el aislamiento obligatorio.
"Yo estaba muerto y volví a la vida, por eso agradezco a los mejores médicos del mundo, al pueblo, al obispo y a los sacerdotes que han rezado mucho. La oración hace milagros”, indicó a su salida del hospital.