Un grupo conformado por decenas de padres de familia protestó en el frontis de la sede San Carlos del colegio Saco Oliveros, en el distrito de Comas, con el fin de exigir la reducción de las pensiones en un 50 %.
Uno de los apoderados aseguró que el servicio brindado por la institución educativa en estos momentos no justifica el mismo pago que cuando era presencial.
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Al igual que él, varios denunciaron deficiencias en la enseñanza a distancia, pues no cumpliría con los estándares de calidad que los escolares necesitan para un óptimo aprendizaje.
“La educación virtual es una improvisación que se está dando, no porque ellos lo plantearon, sino porque es una medida de emergencia. Nadie se proyectó a esto, pero lamentablemente no es la misma educación que se hizo en un contrato inicial”, sostuvo.
El padre de familia indicó que la mensualidad de 490 soles comprendía asesoría personalizada y presencial de profesores, acceso a un biblioteca, disponibilidad de áreas de recreación, además del uso de instalaciones que incluía costos de luz y agua. Sin embargo, nada de lo anterior es aprovechado en este momento.
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Otra queja sobre las clases virtuales es que por cada sesión participan más de 60 alumnos, cuando lo normal es que por aula haya entre 25 y 30.
Aseguran que Saco Oliveros está juntando a escolares de todas las sedes para que reciban clases de un solo profesor, lo que no permite que los alumnos puedan participar y, por lo tanto, no pregunten en caso no entiendan las lecciones.
El apoderado contó a La República que han intentando comunicarse con los directivos de Saco Oliveros, sin embargo, no reciben respuesta. Recientemente, debido a las constantes quejas, el colegio ha anunciado que reducirá la pensión en 100 soles, lo que consideran muy poco.
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Saco Oliveros también ha dado la opción de poder fraccionar los pagos y cobrarlos en los meses posteriores. Sin embargo, esto también generaría endeudamientos de los padres, lo cual ellos desean evitar.
No solo exigen la disminución de las pensiones el resto del año, sino que también se suspendan los cobros de marzo y abril, pues en esos meses no han recibido clases completas.
Varios de los manifestantes solicitaron comprensión por parte de las autoridades del colegio, pues muchos de ellos son trabajadores independientes y desde el mes de marzo no perciben ingresos y sus ahorros son escasos.
Una madre de familia advirtió que podría retirar del colegio a su hija, quien cursa el cuarto año primaria, si es que no reducen la pensión, a pesar que ella ya pagó con anticipación el año completo.
La mujer afirma que muchos padres tienen más de un niño en el colegio y por ende se les hace insostenible pagar las mensualidades completas, más aún porque ahora ellos deben asumir el costo de la luz, impresiones y demás.
Asimismo, comentó que los padres que tienen más de un hijo matriculado le han contado que las clases virtuales se cruzan, por lo que no pueden aprovecharlas al máximo.
Por su parte, otro padre de familia hizo una grave denuncia. Él dijo conocer los casos de profesores que han sido despedidos arbitrariamente.
Asegura que un grupo de docentes le ha contado que les aplicaron la suspensión perfecta de labores por tres meses. Además, les han dicho que después de ese plazo no los volverán a llamar.
Él hizo un llamado al ingeniero Wilmer Carrasco, dueño del conglomerado de colegios Saco Oliveros, a ser consciente de la situación de miles de padres de familia.
Otra madre de una alumna del segundo año de secundaria aseguró sentirse “agobiada" porque no sabe cómo pagará la educación de su hija y otros gastos que no puede afrontar por haber dejado de trabajar debido a la pandemia.
Respecto al tema de las pensiones, el Ministerio de Educación ha anunciado que prepara una normativa para que los colegios particulares puedan transparentar sus costos y así se pueda evaluar si sus pensiones son equilibradas.