Sigue la espera de más de 600 personas que buscan retornar al interior del país. Debido a las restricciones adoptadas por el gobierno para evitar la propagación del nuevo coronavirus, decenas de familias imposibilitadas de seguir trabajando decidieron salir de Lima para caminar por la Carretera Central y retornar a sus ciudades de origen.
Timoteo Soto Taype, natural de la provincia de Angaraes, en Huancavelica, cuenta que pudieron sobrevivir con los pocos recursos durante el primer mes de confinamiento, pero todos sus ahorros se han terminado y ya no sabe cómo mantener a sus hijos.
Dice que desea regresar porque, si bien allá las oportunidades laborales son reducidas, al menos tendría un techo donde quedarse y ya no tendría que preocuparse de pagar cada mes el alquiler.
“Hemos podido soportar hasta la semana pasada. Sobreviviendo con pan y la caridad de algunas personas pero ya no podemos aguantar más. En mi pueblo tengo todo y mejor estoy allá, acá tengo que pagar alquiler y no hay de dónde pagar”, cuenta a La República.
La mayoría ha seguido la misma trayectoria. Tomaron un vehículo hasta Chosica y desde allí empezaron a caminar por la Carretera Central, pero ayer fueron intervenidos por la Policía en el sector de Corcona.
Pasaron toda la noche a la espera de una respuesta de las autoridades, pues no podían seguir su camino por las restricciones de tránsito.
A pesar del temor que entre el tumulto haya personas infectadas, los moradores de la zona les brindaron algunos alimentos, en especial para los niños y personas de la tercera edad.
Esta mañana, el viceministro de Gobernanza Territorial, Raúl Molina les ofreció albergarlos en el Colegio Mayor Presidente de La República, en Huampaní, pero muchos se rehusaron.
Al promediar el mediodía se registraron disturbios entre la Policía y el gentío, que logró avanzar por algunos minutos, pero fueron nuevamente retenidos en el kilómetro 51 de la Carretera Central, en el sector de Cocachacra.
El viceministro Molina volvió a conversar con ellos y prometió hacerlos llegar a sus ciudades de origen, pero deberán seguir un procedimiento. El retorno no será inmediato.
Tras llegar al acuerdo, se habilitaron buses de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas para trasladar a las familias hasta el estadio de Matucana, donde se les brindará comida y asistencia médica.
Primero subió un grupo de alrededor de 200 personas y mientras el resto esperaba, a la zona se acercaron cústeres de la Municipalidad de Cocachacra para nuevamente servir comida a las familias.
El viceministro Molina explicó a La República que una vez que las familias lleguen al estadio de Matucana, serán empadronados por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y el Ministerio de Salud (Minsa).
La lista con los nombres servirá para coordinar el traslado con las autoridades regionales de Junín, Huánuco y Huancavelica . Asimismo el Minsa, tomará muestras para las pruebas rápidas de descarte de COVID-19 y de acuerdo al resultado, se decidirá si es que se permite su regreso o son aislados.
La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, llegó a la zona al promediar las 6.30 de la noche. Ella, por orden del presidente Martín Vizcarra, se encargará también de hacer las coordinaciones para que las familias no queden desprotegidas y se haga todo los posible para que puedan retornar.