Por: Alexi Velásquez S.
Luchó en todo momento. Desde el instante en que el fuego envolvió su pequeño cuerpo y aun así corrió en busca de la ayuda de una vecina. Y luego, cuando le dijo a un bombero “sálveme, señor, no me quiero morir”.
Batalló desde el pasado jueves. Cinco días y cinco noches. Hasta la mañana del lunes en que fue al encuentro de su hermanita Azumi, de tres años de edad, quien murió dos días antes. La historia de Fabián es realmente conmovedora.
Los médicos del Hospital del Niño de San Borja estuvieron en todo momento a su lado. Estaban sorprendidos por la forma en que Fabián luchaba por salir del cuadro crítico en que se hallaba, con 95% del cuerpo quemado. Hicieron de todo y el pequeño respondía. Sus padres, María y Jhonny, rezaban por él y lo acompañaban.
Por desgracia, la muerte pudo más y decidió que el pequeño de 7 años, aquel que conmovió el corazón de Olinda Chávez Boñón, la enfermera que lo abrazó y llevó hasta el bombero que lo trasladó al hospital del Niño, dejara de sufrir.
Villa El Salvador y todo el país se preguntaban qué había sido del pequeño que una vecina salvó de entre las llamas.
Nadie sabía su nombre, ni la propia Olinda Chávez que recién ayer se enteró de su muerte y no pudo evitar romper en llanto. "Ya descansa en paz. Recemos por él".
En la casa de la familia Pomatay Tello el dolor se instaló el jueves y todo indica que estará ahí por mucho tiempo. Fabián será sepultado hoy al lado de Azumi, en el cementerio Parque del Recuerdo, en Lurín.
Su tía Cecilia Tello cuenta que la hermana mayor de los niños, Tatiana, de 13 años, también resultó herida en el incendio y se encuentra hospitalizada. "Ha sido operada dos veces y hay buena señales".
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"Todo está saliendo bien hasta ahora, con el favor de Dios. Los médicos han dicho que le van a realizar otras operaciones próximamente. Todos estamos pendientes, pero requerimos mucha ayuda".
Muy cerca de ahí, el drama cambia de nombre y apellido. Esta vez es la familia Pachas Ambrosio que ha convertido la fachada de su casa en un grito de auxilio.
Por ello han abierto cuentas de ahorro para ayudar al bebé de ocho meses que se encuentra en el hospital del Niño. “Necesitamos pañales, leche”, señalan los carteles.
Y es que la madre del pequeño murió días atrás víctima de las quemaduras que sufrió.
La ayuda que piden es también para los hermanitos Víctor y Joaquín Ambrosio Navarrete, quienes aún se encuentran internados. Todos ellos ocupaban las viviendas cercanas al lugar donde el jueves pasado un camión desató el infierno.
El atestado 004-20 de Seguridad del Estado, cuyos agentes investigaron los hechos sucedidos el fatídico jueves 23, en Villa El Salvador, señala que el mal estado de la pista, la falta de dispositivos de seguridad en el camión cisterna y la conducta imprudente del chofer fueron los tres factores que dieron lugar a la tragedia en la que perdieron la vida 15 personas.
El coronel PNP José Gutiérrez, jefe de Seguridad del Estado, dijo que en el lugar de la tragedia no había infraestructura vial adecuada, dado que existe un desnivel desproporcionado de 16 grados de caída cuando lo máximo es 12.
Agregó que el camión no tenía los dispositivos de seguridad suficientes como lo tienen los vehículos que transportan combustibles.